El juez Rubén Quiñones, presidente del Tribunal Oral Federal (TOF) de Chaco que juzga el contrabando de una tonelada de cocaí­na a Europa, conocido como "Carbón Blanco", renunció hoy a su cargo al terminar una nueva jornada del juicio que se realiza en Resistencia. Según informó el abogado Claudio Lifschitz, uno de los defensores del principal imputado, Carlos Salvatore, la dimisión fue comunicada por el magistrado a las partes fuera de la sala de audiencias, lo que calificó como "algo muy extraño, que da a pensar en presiones externas".

La renuncia de Quiñonez se produjo luego de las amenazas sufridas hace dos días por los fiscales que intervienen en el juicio, Federico Carniel y Carlos Amad, y las que previamente había recibido la jueza chaqueña que instruyó la causa, Zunilda Niremperger. En la mañana del jueves, la jornada había comenzado normalmente con la declaración de testigos ante el tribunal presidido por Quiñonez e integrado por los vocales Eduardo Belforte y Ramón Luis González y el conjuez Aldo Alurralde. Después de un cuarto intermedio, apareció en el estrado Belforte como presidente, acompañado por González y Alurralde, mientras que Quiñonez directamente no estaba.

Al ser consultado por los defensores respecto del cambio de presidente, Belforte aseguró que se debió a "una decisión interna" y no dio más explicaciones, lo que causó sorpresa a la fiscalía, los abogados y a los periodistas presentes en la sala. "Hace treinta años que me dedico a la abogacía y nunca vi algo así", afirmó Lifschitz, ex secretario del juez federal Juan José Galeano -entonces a cargo de la causa Amia- que calificó la situación como "algo muy extraño, que da a pensar en presiones externas" o en "cuestiones políticas".

El abogado explicó que, ante esta situación, las partes solicitaron una reunión al término de la audiencia, en la que Quiñones manifestó que desde mañana no concurriría más al juicio "por cuestiones de salud". Debido a la presencia del cuarto juez, esto no provocará ningún inconveniente en la continuidad del debate, que seguirá mañana, cuando probablemente se informe oficialmente la renuncia de Quiñonez. Lo que no podrá haber es otra suplencia desde ahora hasta que termine el juicio, de modo que si se produce algún problema con otro magistrado, el debate quedaría nulo.