El novio de la vedette Mónica Farro, Juan Ignacio Suris, fue procesado con prisión preventiva por la Justicia Federal de Bahía Blanca en una causa en la que se lo acusa de liderar una banda que proveía facturas apócrifas,

La justicia, además, trabó embargo por 15 millones de pesos sobre los bienes de Suris, quien ya se encontraba detenido en el marco de otra causa en la que se lo acusa como jefe de una banda de narcotraficantes.

La investigación contra el novio de la vedette uruguaya la inició la AFIP y de ser condenado podría recibir hasta diez años de cárcel.

"Tras analizar la abultada causa y diversos elementos de prueba el magistrado ordenó la prisión preventiva de Suris por considerarlo el jefe de una organización destinada a la comercialización de facturas apócrifas", explicó un vocero judicial.

Además, por esta misma causa fueron procesados pero sin prisión preventiva Eduardo Suris, padre del empresario; Domingo Tomás Goenaga; Eduardo Suris; Nicolás Ibarra Gutierrez; Flavio Carrano y Juan Pipkin; a los que se les fijó un embargo de cuatro millones de pesos a cada uno.

"En su resolución el juez también solicitó a los fiscales Alejandro Cantaro y Antonio Castaño que remitan la causa para continuar con una investigación por lavado de activos en la que estaría involucrado Suris", indicó el vocero consultado.

Otras fuentes de la investigación informaron que hubo al menos 190 usuarios de esas facturas apócrifas que habrían evadido al menos 40 millones de pesos.

En ese sentido, la AFIP, que inició su investigación en 2011 y denunció la maniobra en agosto de 2013 constituyéndose como querellante, identificó cinco sociedades comerciales vinculadas al acusado como integrante, cotitular de cuenta o administrador de clave fiscal: Scarsur Bahía S.A., E Y J Argentina S.R.L., CVP Industria S.A., Attimo Bahía Blanca S.A., y M-Magna S.A.

Las fuentes señalaron que también se probaron vinculaciones con la firma Bahía Acoplar S.A. y que durante la investigación se secuestraron siete cajas de documentación relacionadas a las firmas mencionadas en distintos allanamientos a la casa de Suris.

Además, los pesquisas analizaron las cuentas bancarias de las sociedades apócrifas supuestamente administradas por Suris y, en algunas de ellas, se registró un mecanismo en el que una suma de dinero ingresaba a la cuenta y en un plazo de 48 horas se retiraba el mismo monto en concepto de pago de cheques con el objetivo, siempre de acuerdo a la acusación, de simular pagos por operaciones que no existieron.

En ese marco, el propio Suris declaró ante los investigadores que en ningún caso se depositó dinero en efectivo, sino que él concurría al banco y solicitaba la emisión de un ticket para respaldar los depósitos y justificaba la salida del dinero mediante cheques.

En su indagatoria del 12 de febrero pasado, el imputado "reconoció la maniobra que hacía y deslindó de las responsabilidades a las otras personas acusadas", recordó el vocero judicial.

Según esta fuente, Suris nombró a las "empresas Málaga Construcciones, Ingeniería Reyes, Fabián Karas, Expocar y Autocar" como las que "participaron de las operatorias".

"Suris afirmó que los movimientos con las empresas eran un ciento por ciento inexistentes y las maniobras, además, tenían movimientos de sobrefacturación", agregó el informante.

Respecto de las características de las empresas fantasma, los pesquisas determinaron que se constituían con un capital mínimo legal de 12.000 pesos, no declaraban personal, no tenían bienes registrables, no estaban inscriptas en otros organismos y, en algunos casos, ni siquiera tenían líneas telefónicas.