El arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, sufrió anoche un robo. Fue en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en Palermo, después de dar misa.

Luego de la celebración de la Eucaristía, el cardenal fue a la sacristía para cambiar su vestimenta y dejó un portafolio mientras hablaba con el padre Osvaldo, párroco de Guadalupe, y algunos feligreses.

Según pudo saber LA NACION, al regresar en busca del portafolio, Poli notó con sorpresa que había sido sustraído.
Según explicó el arzobispo de Buenos Aires, en el portafolio llevaba vestimenta sacerdotal y un palio (especie de corbata) con un prendedor de oro que había sido obsequiado por el papa Francisco .

Interviene la comisaría 21°. Tanto en la parroquia como en la zona, frente a plaza Güemes, en las calles Salguero, Mansilla, Medrano y Paraguay, hay cámaras, por lo que se pidieron las imágenes para ser analizadas.

Se labraron actuaciones por hurto con intervención de la fiscalía correccional a cargo de la fiscal Bravo.