Las pericias realizadas en los restos del depósito de la firma Iron Mountain, incendiado el 5 de febrero pasado con 10 bomberos muertos, no dan certeza de que el siniestro "haya sido intencional" y que los informes dan cuenta de la existencia de dos focos y no de cuatro como se mencionó en principio.

La fiscal de instrucción 37 Marcela Sánchez, a cargo de la investigación del caso, aseguró a casi siete meses del hecho que continúan los peritajes pero del análisis de las estructuras y escombros removidos del lugar pero que "aún no se cuenta con un informe concluyente que permita determinar si el fuego fue intencional o accidental".

La fiscal, a través de un comunicado publicado en el sitio www.fiscales.gob.ar, indicó que "aún restan los resultados de las pruebas realizadas por el INTI, la UTN y la División Siniestros de la Polícia Federal Argentina", pero el informe preliminar de la Policía habla "de dos focos y no de cuatro" como habían señalado algunos trascendidos.

"La labor de descombramiento permitió determinar un sector de inicio del fuego, a media altura del rack del nivel 1 (planta baja), en el área próxima a la columna central en el depósito 7", detalló parte del informe que publicó el sitio web.

El documento aseguró además que se visualizan "dos áreas de mayor incidencia ígnea independientes entre sí", pero esta afirmación "no excluye la posibilidad de mencionar otras áreas que puedan ser ubicadas posteriormente"

Sostuvo además que "hay sectores con marcas de fuego muy intensas y un área intermedia que se observa con daños morigerados".

Desde un primer momento, los empleados de la firma presentes en el lugar al momento de detectarse el fuego comentaron la falla de los sistemas de extinción automática así como la visualización de focos en diversos sectores del depósito.

Miguel Arce Aggeo, abogado que representa a los familiares de Pedro Barícola, el agente de Defensa Civil fallecido en el siniestro, sustentó al teoría del sabotaje dado los deficientes mecanismos contra incendios que se activaron y por el hecho de que los focos se habrían iniciado en distintos lugares.

El incendio en el depósito de Iron Mountain ocurrió el 5 de febrero, cerca de las 8.15 en el depósito de la firma situada en el barrio porteño de Barracas.

Los empleados quisieron apagar los focos pero al fracasar llamaron a los bomberos, quienes asistieron junto con personal de Prefectura Naval Argentina, la Guardia de Auxilio y Defensa Civil del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Mientras una cuadrilla que había ingresado por la calle Azara combatía las llamas, otro grupo, que intentaba acceder por la calle Jovellanos, fue sorprendido por el derrumbe de una pared, de más de diez metros de altura.

Esto ocasionó la muerte del comisario inspector Leonardo Day; de la subinspectora Anahí Garnica; de los cabos primero Eduardo Adrián Conesa y Damián Véliz; de los agentes bomberos Maximiliano Martínez y Juan Matías Monticelli.

También de José Luis Méndez Araujo del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Villa Domínico Sebastián Campos; Facundo Ambrosi del Cuartel de Bomberos Voluntarios de Vuelta de Rocha, y del rescatista Pedro Báricolo de Defensa Civil.

Al día siguiente comenzaron a declarar distintos testigos, y a fines de abril se comenzó con las tareas de desmantelamiento del lugar, para realizar los estudios periciales.