La fiscal Ana Yacobucci y el juez Luis Zelaya esperan para las próximas horas el envío de las filmaciones de tres cámaras de seguridad del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, una de ellas situada a unos 30 metros de la puerta de acceso al edificio donde cayó muerta la estudiante chilena Nicole Sessarego.

Así lo revelaron fuentes judiciales, que precisaron que de esas grabaciones podrían surgir “elementos decisivos” para avanzar en la investigación, sobre la que ya existe una hipótesis de móvil pero todavía no hay un presunto autor identificado.

En ese sentido, tanto la fiscal cuanto el juez deslizaron su “profundo disgusto” por la difusión de las imágenes de una cámara de seguridad de una panadería, en las que se ve a la joven regresando a su casa y, minutos después, a un hombre caminando en dirección opuesta.

“Había un compromiso entre todas las partes de la investigación para que esa filmación no se filtrara, y ayer a la tarde, cuando volvió a su casa, el juez la vio por TV. Estaba furioso, y la fiscal también. Incluso decidieron iniciar un sumario interno para determinar quién lo había filtrado”, narraron a DyN fuentes con acceso al expediente.

No obstante la “filtración”, las fuentes explicaron que la grabación difundida por los canales de TV “no está completa” y que en la grabación se observan “otras personas, concretamente hombres, atravesando por delante de las cámaras en tiempos que coinciden con la secuencia del homicidio”.

La principal hipótesis de los investigadores tiene que ver con un crimen vinculado con alguna relación sentimental frustrada o un “despecho”, y por eso la búsqueda se orienta al círculo de amigos y conocidos de la víctima.

Las redes sociales de la chilena y de su grupo de amigos son ahora objeto de una parte significativa de la pesquisa, aseguraron las fuentes.