El Tribunal dispuso una indemnización de 100.000 pesos a los familiares de víctimas del hecho por el cual el avión de LAPA
matrícula LV-WRZ cayó a poco de despegar en el aeroparque metropolitano Jorge Newbery.

   Los jueces del Tribunal Carlos Grecco y Clara Do Pico consideraron que "el servicio público ha funcionado defectuosamente, sin culpa de los agentes pero ocasionando un daño injusto, en tanto es indudable que los perjudicados no tenían por qué tolerarlo".

   Los familiares de las víctimas del accidente debieron "exhumar los cuerpos oportunamente entregados" y "finalmente, luego de la rectificación pertinente, y la entrega definitiva del cuerpo correspondiente familiar, el 23 de diciembre de 1999, procedieron
al respectivo nuevo sepelio e inhumación definitiva".

    "El menoscabo sufrido se encuentra configurado por haber tenido que sepultar dos veces a un familiar, un hecho traumático
fuertemente desequilibrante que hizo resurgir el duelo padecido con toda su integridad original", explicaron.

   En ese sentido, consideraron que "el daño se traduce por la prolongación del duelo, por saber que se lloró, se recibieron
condolencias, se publicaron avisos fúnebres, se veló y se enterró el cadáver de un desconocido".

   "Los deudos de las víctimas del accidente en masa sepultaron los cuerpos de quienes no eran sus parientes respectivos",
remarcaron.

   Según consta en el expediente, si bien la mayoría de los cuerpos del accidente se identificaron correctamente, quedaron 12
para los cuales "se recurrió a la metodología basada en la tipificación de ADN".