El cura Julio César Grassi pidió a la Justicia su liberación, a dos meses de quedar detenido tras ser condenado a 15 años de prisión por abuso de menores, y aseguró que cuenta con el apoyo de la Iglesia Católica.

Ante la Justicia, Grassi aseguró que está "contenido" por la Iglesia y negó que vaya a fugarse, al tiempo que reclamó porque la condena en su contra dictada en 2009 por el Tribunal Oral Criminal 1 de Morón no está firme.

Este jueves, Grassi, acompañado por su abogado Rodrigo González (uno de sus defensores) en forma oral reclamó ante la Sala I de la Cámara su liberación, a dos meses de quedar detenido por orden del Tribunal tras un pedido de la fiscalía y las querellas.

Ante los jueces, el sacerdote cuestionó que se dé por cierto que existe peligro de fuga y argumentó al respecto que cuenta con el apoyo de la Iglesia, que carece de los medios económicos para hacerlo y que tiene domicilio fijo.

Además, recordó que la condena en su contra aún no está firme porque resta que se pronuncie la Corte Suprema de Justicia.