Todo comenzó como un robo. Eran las 8.28 cuando los delincuentes, que circulaban en un VW Passat con pedido de captura, eligieron su objetivo: una camioneta Dodge Journey negra. Interceptaron su paso y obligaron al conductor a bajarse del vehículo. No sabían que su víctima era el padre de la estrella de fútbol Carlos Tevez. Se dieron cuenta cuando revisaron la guantera y hallaron la cédula verde. Entonces, volvieron a buscarlo y se lo llevaron cautivo durante cinco horas, hasta que la familia pagó 400.000 pesos de rescate.

Los delincuentes abandonaron a la víctima cerca del propio Fuerte Apache, el barrio de monoblocks de Ciudadela donde se crió el futbolista, que actualmente juega en la Juventus de Italia.

La Policía realizó ayer varios allanamientos en esa zona y en villas de San Martín. Pero hasta el cierre de esta edición no había detenidos. Una versión indicaba que la banda habría dado más de 15 golpes en el mes, en una zona particularmente caliente.

Según quedó registrado en las cámaras del Municipio de Morón, el hecho empezó a las 8.30 de la mañana, cuando Raymundo Segundo Tevez (52), que es maestro mayor de obra, iba hacia su trabajo en una Dodge Journey negra por la autopista del Oeste.

Bajó en la salida de la calle Dolores Prats, en Morón y, al llegar a la esquina de Acosta y Sullivan, al menos tres asaltantes armados le cruzaron un auto Volkswagen Passat CC blanco. Lo obligaron a bajarse, le robaron la 4x4, el dinero que llevaba y los documentos, y lo soltaron.

Tevez caminó cien metros por Acosta en busca de una remisería. Entre tanto, los ladrones vieron su apellido en la cédula verde de la camioneta,volvieron y lo secuestraron.

La familia de la víctima recibió enseguida dos llamadas extorsivas: una en Provincia y otra en la casa de su nuera, en Villa Devoto. Esta mujer denunció el caso ante la comisaría 45° de la Federal y también llamó al 911 de la Bonaerense. La operadora que la atendió lanzó un alerta y dejó en claro que se trataba de una “privación ilegítima de la libertad” y quela víctima iba en uno de los vehículos.

La noticia se conoció cuando el secuestro todavía estaba en curso. Faltaban varias horas aún para que fuera liberado Raymundo y se hablaba de una exigencia de rescate de hasta 3.000.000 de pesos.

La Secretaria de Inteligencia intervino al menos tres líneas telefónicas. Así se escuchó que la banda estaba molesta por los detalles que estaban trascendiendo públicamente. Fue entonces que el fiscal federal a cargo de la causa, Federico Delgado, ordenó que no se revelara más información.

“Hubo siete llamados extorsivos para arreglar el dinero del rescate. El monto subió y bajó por momentos. Luego se registraron otras ocho llamadas de la banda indicando dónde debían dejar el dinero”, explicó una fuente del caso.

El pago se hizo sobre el mediodía en General Paz y avenida San Martín. El dinero –400.000 pesos– fue colocado dentro de una bolsa: un familiar de la víctima y un policía de civil de la Federal lo dejaron en el lugar indicado por la banda.

Mientras, los secuestradores daban vueltas por la General Paz con Tevez dentro del auto.

Nunca lo bajaron. Tras el pago, lo liberaron a cuatro cuadras de Fuerte Apache. El hombre se tomó un remís y fue hasta la casa de un hijo, ubicada en Marcos Paz al 3500, en Devoto. Luego declaró ante la Justicia y dijo que no podía reconocer a nadie.

Horas después, el Passat –que había sido robado y tenía pedido de secuestro– fue abandonado en Immelman y De las Margaritas, en Ciudad Jardín, Tres de Febrero.

“Evidentemente no era una banda profesional que se dedica a secuestros. Es una banda que trabaja en la zona del oeste, que se dedica a robar autos de esta naturaleza”, indicó el secretario de Seguridad, Sergio Berni, que encabeza la búsqueda de los ladrones.