Una mujer fue detenida luego de haber vendido a su hija de 11 años por un freezer y mercadería, mientras que el comprador sigue prófugo tras haberla violado y obligado a trabajar como esclava en un taller clandestino, en una villa de emergencia de la localidad bonaerense de Bernal.

De acuerdo con los investigadores del caso, el mismo se desarrolló en el marco de una familia con extremas necesidades, situación que habría sido aprovechada por el detenido, para tomar como "pareja" y someter a explotación laboral a la menor.

La dramática historia se inició en octubre del año pasado, cuando la madre de la niña, Pabla Cesarina Monzón Aldana, viajó hacia Paraguay a buscarla.

Ambas regresaron al país para instalarse en Villa Itatí, uno de los asentamientos m s grandes del partido de Quilmes, según publicó el diario Crónica. La mujer le pidió a su hija que trabajara, porque su papá estaba enfermo y ella necesitaba algo más de dinero para mantener a la familia compuesta también por sus hermanos trillizos.

La situación de la menor se fue agravando cuando Pabla decidió utilizarla como moneda de intercambio. De esa manera, vendió a la niña por un freezer y mercadería a un vecino de 30 años. El sujeto había "adoptado" a la chica como su pareja, abusando de ella y también obligándola a trabajar en una fábrica clandestina de ollas de aluminio.

La Policía allanó el jueves ese taller y liberó a los trabajadores que se desempeñaban en precarias condiciones y se comprobó que había explotación laboral infantil. Allí se descubrió que había cinco jóvenes de nacionalidad paraguaya de entre 14 y 17 años, al tiempo que la pequeña en cuestión confesó lo que le había ocurrido.

La Justicia abrió una causa también por "facilitación de prostitución agravada de un menor de edad y corrupción de menores en concurso ideal".

También, se abrió una investigación por "abuso sexual con acceso carnal agravado por la situación de convivencia preexistente con un menor de 18 años".