Raymundo Segundo Tévez, el padre del futbolista Carlos Tévez, declaró este martes ante el fiscal que investiga su secuestro, Federico Delgado.
 
Mientras, los investigadores analizan el vehículo color blanco con el que interceptaron a la víctima en el Acceso Oeste para luego secuestrarlo.
 
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, confirmó el pago del rescate, cuyo monto no difundió pero que sería una suma cercana a 400 mil pesos, aclaró que se hizo para priorizar la seguridad de la víctima y prometió que buscarán a los delincuentes "hasta abajo de la cama".
 
Carlos Tévez, quien entrena en la ciudad italiana de Turín junto a su equipo, la Juventus FC de Italia, estuvo a punto de viajar a la Argentina al conocer la noticia, pero como el vuelo se demoró el gobernador Daniel Scioli alcanzó a avisarle que su padre había sido liberado, por lo cual permaneció en Europa.
 
"Fue al voleo. Papá no pudo reconocer a nadie", dijo Diego, hermano de Carlos Tévez, y confirmó que el deportista no viajaba.
 
No es la primera vez que el familiar de un futbolista es víctima de un secuestro.
En este caso las investigaciones están centradas en el barrio Ejército de los Andes, conocido como Fuerte Apache, el lugar donde el ex delantero de Boca Junior se crió (toma de allí su apodo, El Apache), porque se cree que se trata de una banda de ladrones de autos de alta gama que vio la oportunidad de dar el golpe de un secuestro cuando se dio cuenta a quién le habían robado.
 
Todo ocurrió a primera hora sobre la autopista del Oeste, en cercanías de la bajada de la calle Dolores Prats, y las imágenes del secuestro quedaron registradas por las cámaras de seguridad del municipio de Morón.
 
Allí se pudo ver cómo un auto blanco tipo Volkswagen Vento o Passat perseguía a una camioneta Dodge Journey que conducía el padre del futbolista, en la zona de Palomar.
 
Tres delincuentes se apoderaron de la camioneta y dejaron a pie al conductor, pero cuando la víctima buscaba una remisería para volver a su casa los delincuentes reaparecieron: se habían dado cuenta del apellido a través de los papeles de la camioneta y decidieron secuestrarlo para pedir una importantísima suma de dinero como rescate.
 
Hubo dos llamados a la familia Tévez que fueron "violentos", dijeron las fuentes consultadas, exigiendo el pago de una suma millonaria, pero la policía ya había tomado intervención a través de un llamado al 911.
 
El fiscal federal porteño Federico Delgado, a cargo del caso, dispuso intervenciones telefónicas, pero ahí escucharon que los secuestradores estaban enojados porque ya había trascendido a los medios la noticia del secuestro, indicaron las fuentes.
 
Mientras se restringía la información, la familia concretó el pago de un rescate en las inmediaciones de la avenida General Paz y San Martín: poco después la víctima fue liberada en cercanías de esa zona de Fuerte Apache y se tomó un remís rumbo a su casa en Devoto.
 
Fue el gobernador Daniel Scioli el primero en dar información oficial sobre el tema, al señalar que el hecho "fue al voleo" y evitar más detalles para no frustrar las investigaciones.
 
Luego, el secretario de Seguridad Berni confirmó el pago del rescate para garantizar la seguridad de la víctima y prometió que a los delincuentes "los vamos a buscar hasta abajo de la cama y los vamos a encontrar".
 
Berni se entrevistó con la víctima y confirmó que el hombre no fue golpeado y que no podría reconocer a los captores porque estuvo todo el tiempo obligado a mirar al piso.
Tras ser revisado por los peritos, el padre de Tévez se mostró dispuesto a declarar ante los policías de la División Antisecuestros de la Policía Federal para dar más detalles sobre lo que vivió, pero no se confirmó cuándo podría concretarse ese trámite.
 
Tras la liberación los investigadores rastreaban las imágenes de cámaras de seguridad y los teléfonos que se activaron en la zona, mientras se analizaba la camioneta de Tévez, que apareció en el barrio de Devoto, y el auto con el que lo habrían interceptado y que fue hallado en la zona de Ciudad Jardín, en Palomar.