La oficial de policía bonaerense Belén González tiene 22 años está parada con la ayuda de un kinesiólogo del Centro Médico Fitz Roy de Palermo. Hace dos meses los médicos le aseguraban a su papá que estaba viva “de milagro” y verla de pie era impensado. Los delincuentes que la habían atropellado tres veces para robarle su arma reglamentaria la dejaron tendida en el asfalto con fuertes golpes en la cabeza y múltiples fracturas en clavícula, pelvis, fémur y húmero, entre otras lesiones.

Desde el Centro Médico Fitz Roy la joven le contó al canal TN la dura situación por la que tuvo que pasar, y cómo se recuperó de las múltiples lesiones. La joven aseguró que "no recuerda" las caras de los agresores, pero sí cómo sucedió todo: "El auto me pasó por encima y voló, me llevó por delante, ni a un animal se le hace esto. Fue con una velocidad increíble: volvió para atrás y me volvió a pasar", aseguró.

 
González
 
Andrea Carnet,
"Tengo muchas ganas de seguir en la policía: amo mi trabajo, pero tengo que tener ayuda psicológica, para seguir adelante. Te hacés la cabeza, te preguntás: '¿Por qué me hicieron esto, por qué me pasó esto a mí'". se preguntó Belén. "Es como que volví a nacer, esto es un milagro de Dios. Volver a empezar, volver a nacer", expresó.
 
Su familia fue un pilar importante en todo este doloroso proceso. "Ellos me acompañaron en todo. Desde que pasó, esto siguen acá conmigo", agradeció. Recordó a todo aquellos que pidieron en silencio por su pronta y completa recuperación: "Estoy agradecida por toda la gente que oró por mí. Hicieron muchas misas, y lo agradezco eternamente. Soy la luz de seguir viviendo", dijo.