El Gobierno porteño responsabiliza “a la Justicia” por haber permitido que el local Beara de Palermo funcionara como casa de fiestas privadas, a pesar de estar habilitado sólo como café-bar.

Por Continental, el director de la Agencia Gubernamental de Control aseguró que su gestión “los descubrió en infracción y los sancionó, pero la Justicia hizo lugar a un pedido de amparo del propietario del lugar”.

“En ese momento no funcionaba como casa de fiestas sino como café-bar. El órgano de habilitación no es sancionatorio [por “sancionador”]. La Justicia o la Unidad de Faltas es el órgano sancionatorio”, argumentó Javier Ibáñez.

Asimismo, añadió que en las inspecciones (nueve durante 2010) al local “se detectaron cosas muy simples, pero no un motivo para clausurar”.

“La clausura preventiva la hace el acto de inspección. Se le dan tres días para que se presente el clausurado ante el Tribunal de Faltas. Se presentó, presentó pruebas. Este tribunal resolvió hacer lugar al planteo”, arguyó en Magdalena Tempranísimo.