El gobierno bonaerense resolvió ofrecer una recompensa de 100.000 mil pesos para aquellos que ofrezcan datos que permitan detener a un prófugo acusado de participar en el triple crimen de 2008 en la localidad bonaerense de General Rodríguez.

Se trata de Ibar Pérez Corradi, sobre quien pesa una captura nacional y internacional por los asesinatos de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), ocurridos el 7 de agosto de 2008.

Por el triple crimen ya fueron juzgados y condenados a prisión perpetua, en el 2012, los hermanos Cristian (38) y Martín Lanatta (39), y Marcelo Schillaci (32) tras ser hallados "partícipes primarios" de los delitos de "privación ilegal de la libertad agravada en concurso real con homicidio agravado por ensañamiento, alevosía y por la participación de más de dos personas".

Según la resolución 885, publicada hoy en el Boletín Oficial, el gobierno bonaerense otorgará una recompensa de entre 20.000 y 100.000 pesos a quien aporte datos que permitan detener a Pérez Corradi.

Quienes posean información sobre el paradero del acusado podrán aportarla, con reserva de identidad, ante las fiscalías generales de cámaras, la fiscalía de Mercedes o ante la Dirección provincial de Registro de Personas Desaparecidas en La Plata.

Durante el juicio se dio por acreditado que el móvil de los homicidios fue que las víctimas querían entrar al negocio del tráfico de efedrina y esto ponía en riesgo el negocio de Martín Lanatta y, principalmente, su socio, Pérez Corradi.

Todo comenzó el 7 de agosto de 2008, cuando Forza, Ferrón y Bina fueron convocados por Martín Lanatta al supermercado Wal Mart de la localidad bonaerense de Sarandí, partido de Avellaneda, para participar de una reunión vinculada con la venta ilegal de efedrina.

Desde el supermercado, los tres hombres fueron llevados engañados hasta la casa de Cristian Lanatta, ubicada en el partido bonaerense de Quilmes, donde los redujeron.

Las tres víctimas fueron ejecutadas arrodilladas y por la espalda de varios balazos usando las dos pistolas del propio Forza: una calibre .40 y otra 9 milímetros.

Según la investigación, sus cuerpos fueron conservados en un freezer hasta que finalmente los arrojaron en un zanjón del partido bonaerense de General Rodríguez, donde fueron encontrados seis días después, el 13 de agosto, con signos de haber estado maniatados por la espalda con precintos.