Tras el hundimiento del ferry surcoreano "Sewol", la cifra de cadáveres recuperados hasta ahora asciende a 108. En tanto, las autoridades detuvieron a otro miembro de la tripulación, un oficial que el lunes intentó suicidarse. Con él suman ya ocho tripulantes los que han sido detenidos. El capitán se encuentra en prisión desde el sábado. Todos ellos están acusados de conducta negligente cuando el barco se accidentó. De las 476 personas que iban a bordo, unas 200 siguen desaparecidas.

Una mejora de las condiciones marítimas permitió que hasta la mañana de este martes se rescataran 108 muertos del barco o del agua tras el accidente ocurrido hace seis días. Los buzos revisaron las cabinas del buque de varias plantas, donde se presume que quedaron encerradas gran parte de las víctimas, en su mayoría niños que participaban en una excursión. En el operativo participan también robots submarinos.

Alrededor del barco siniestrado, que se encuentra a 20 metros de profundidad, se han colocado redes para impedir que las corrientes arrastren los cadáveres. El ferry, que se dirigía a la isla de Jeju, frente a la costa sudoccidental de Corea del Sur, se hundió el miércoles. 174 personas pudieron salvar la vida, entre ellos el capitán y la mayoría de los 28 miembros de la tripulación. Por el momento se desconocen las causas del accidente.

Según los investigadores, un cambio brusco de rumbo provocó el hundimiento del barco. Se investiga asimismo si la carga pudo causar que el barco se escorara. Tras una serie de reformas, la naviera surcoreana amplió el tonelaje de carga del barco, de 20 años de antigüedad. El accidente ha sido la mayor catástrofe naval en Corea del Sur en 20 años. En octubre de 1993 un ferry con exceso de carga se hundió con 292 personas a bordo.