La canciller, Delcy Rodríguez, dijo por televisión que "está contemplado un bloqueo financiero y comercial contra Venezuela" y sostuvo que "lo que comenzó como una sanción a siete funcionarios es en realidad un plan que contempla 30 programas de sanciones, congelamiento de activos, apoderamiento de bienes, de recursos, y también una intervención militar".

Paralelamente, el superintendente de Precios Justos, Andrés Méndez, afirmó este mediodía en otro canal de televisión que "hasta el momento" la relación económica entre Caracas y Washington "no ha recibido alteración alguna", y advirtió que en caso de "presentarse acciones descabelladas", su país recurrirá a mercados europeos para abastecerse de productos que hoy compra a Estados Unidos.

Rodríguez reiteró parte de lo que había afirmado Maduro ante la Asamblea Nacional (parlamento unicameral) anoche, cuando aseguró que Washington "tiene listos los decretos para declarar un bloqueo económico, comercial, financiero, energético y naval", y remarcó: "Tiene listos los planes y se la van a jugar si no los detenemos".

El mandatario, lo mismo que hoy su canciller, fundó la hipótesis del bloqueo en un proyecto de ley que supuestamente el Ejecutivo norteamericano le pedirá a su Congreso, del que hasta esta tarde no había trascendido ninguna noticia en Washington. "En todos lados donde Estados Unidos ha aprobado esta ley y ha entrado militarmente", sostuvo Maduro.

Asimismo, reveló que ordenó que este sábado las fuerzas armadas realicen ejercicios en todo el país, que él dirigirá "personalmente" y servirán como "mecanismo para definir los puntos de defensa ante cualquier agresión estadounidense".

Maduro hizo esas afirmaciones al fundamentar en la Asamblea el proyecto de ley habilitante -así se llama en Venezuela a la norma mediante la cual el parlamento delega facultades legislativas en el Ejecutivo- presentado por el gobierno con el propósito de enfrentar la situación derivada de las sanciones impuestas por Estados Unidos.

La iniciativa fue aprobada en general anoche por el plenario de la Asamblea y girada a una comisión parlamentaria especial para que lo revise y emita un dictamen.

Las autoridades de la Asamblea convocaron a una sesión especial para el domingo próximo, para realizar la votación en particular del proyecto y, si cuenta con el voto favorable de al menos tres quintas partes de los integrantes del cuerpo, sancionarlo.

Mientras tanto, la mayoría de la oposición coincidió en el rechazo a las medidas adoptadas por Estados Unidos, aunque también mantuvo sus críticas habituales al gobierno.

"Venezuela no es una amenaza para ningún país; son las políticas del actual gobierno venezolano las que amenazan y coartan el derecho de nuestros ciudadanos a vivir y progresar en paz", dijo en un comunicado la Mesa de Unidad Democrática (MUD) que nuclea a 29 partidos opositores.

"Hay que distinguir entre sanciones a un país y sanciones a unas personas, por lo que hemos sido consistentes en rechazar las medidas generales contra una nación entera", agregó la nota de la coalición.

El gobernador del estado Lara, Henri Falcón, señaló que las medidas adoptadas por Washington son "un flaco servicio a la oposición venezolana, al intervenir en los asuntos internos", y el presidente del tradicional partido socialcristiano Copei, Roberto Enríquez, opinó que la afirmación de que Venezuela representa un "riesgo extraordinario" para Estados Unidos es "una exageración" del presidente norteamericano, Barack Obama.

En tanto, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) aplazó sin fecha confirmada una reunión de cancilleres que había anunciado para mañana en Montevideo, con el objeto de preparar una cumbre destinada a dar la respuesta del organismo a las sanciones impuestas a Venezuela por Estados Unidos.

El encuentro había sido anunciado anoche por el presidente de Ecuador, Rafael Correa, en conferencia de prensa.

En ese contexto, el gobierno de Uruguay le expresó esta tarde al embajador venezolano, Julio Chirino, su "malestar" por manifestaciones de Maduro en las que se refirió al vicepresidente uruguayo, Raúl Sendic, como un "cobarde" y dijo que ciertas declaraciones que éste había hecho eran "una vergüenza".