El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó la instalación de máquinas lectoras de huellas dactilares en las tiendas de alimentos del país petrolero, con el fin de racionar las compras de los venezolanos agobiados por una alta escasez.

El Gobierno alega que la falta de productos se debe al contrabando a través de sus fronteras, especialmente con Colombia, que costaría al país al menos un 40% de los alimentos y medicinas necesarios para satisfacer la demanda interna.

"(Debemos ir) al establecimiento, como debe explicarse, del sistema biométrico en todos los sistemas de distribución y comercialización, públicos y privados", dijo Maduro,

Alfredo Meza, corresponsal del diario el País de España en Venezuela, dijo que este es "un tema recurrente desde 2013".