Los incidentes comenzaron cuando una marcha de residentes, encabezados por un grupo de taxistas, irrumpió en el distrito de Mong Kok, una de las principales zonas de conflicto, para eliminar las barricadas que bloquean el tránsito.

La marcha opositora se presentó exhibiendo ante los manifestantes copias de la medida cautelar emitida por la Corte Suprema de Hong Kong el lunes pasado que prohíbe la ocupación de las calles.

La decisión judicial responde a una demanda interpuesta por algunos operadores de transporte público de Hong Kong, entre los que se incluyen los taxistas, que quieren recuperar las calles tomadas por el movimiento de protesta Occupy Central.

Durante las peleas, que se repitieron durante toda la tarde, los taxistas lograron quitar muchas de las barricadas y las cargaron en un camión, pese a la presencia de un dispositivo policial para evitar los choques.

"Tenemos nuestro derecho, avalado ahora legalmente, para que nuestras calles sean devueltas, estamos secuestrados en nuestro propio barrio", gritó un vecino de Mong Kok.

Los manifestantes exigen una reforma electoral que les garantice elecciones directas en 2017 en lugar de los cambios introducidos por China, que permiten que los hongkoneses elijan a sus máximas autoridades, pero a partir de una lista de tres candidatos seleccionados por un comité elegido por Beijing.

Durante los casi ciento sesenta años de dominación británica, jamás hubo elecciones para el gobernador de la colonia, que se decidía en Londres y presidía un gobierno donde no había chinos en ningún cargo decisivo.

En tanto, al otro lado de la ciudad, un centenar de manifestantes marcharon hacia la residencia del jefe del gobierno de Hong Kong, Leung Chu-ying, para pedir su renuncia tras sus las últimas declaraciones.

El jefe de gobierno dijo ayer que era "imposible" que haya elecciones libres porque eso daría poder a los pobres, algo que despertó la condena de distintos sectores de la ciudad, que acusaron a Leung de tratar a las clases más bajas como ciudadanos de segunda.

En la zona de Admiralty, otras de las áreas ocupadas, apareció el famoso saxofonista estadounidense Kenny G, quien se sacó una foto delante de un cartel con la leyenda "Democracia para Hong Kong" y lo compartió con sus seguidores en la red social Twitter.

La primera ronda de diálogo celebrada ayer entre los líderes del gobierno y de los estudiantes demostró la distancia entre las dos posturas con respecto al proceso electoral de 2017.

"Hong Kong no es una entidad independiente, sino una Región Administrativa Especial y no puede decidir su desarrollo político por su cuenta", argumentó la representante del gobierno en las negociaciones, Carrie Lam.

Por su parte Alex Chow, secretario general de la Federación de Estudiantes, mantuvo el pedido de una libre nominación de candidatos para no continuar privando de derechos políticos al millón de personas de menores recursos.