Fiscales de la ciudad oriental de Dresde, cuna y bastión del movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida), dijeron que el líder del grupo, Lutz Bachmann, será investigado por comentarios que hizo en su perfil de Facebook contra los extranjeros y solicitantes de asilo.

"Me disculpo sinceramente", se titula el comunicado con el que Bachmann anunció su renuncia en Facebook, donde lamentó los comentarios "desconsiderados" que realizó y que con ellos haya podido dañar los intereses de su movimiento, pero no se refirió a la polémica fotografía.

La portavoz de Pegida, Kathrin Oertel, manifestó el rechazo de la organización, que ha hecho esfuerzos por distanciarse de grupos neonazis, a esos planteamientos y aseguró que las palabras utilizadas por Bachmann no están dentro de su vocabulario político.

Las críticas contra Pegida arreciaron hoy desde temprano tras la publicación en la portada del popular diario Bild, entre otros medios, de una instantánea en la que Bachmann aparece con el bigote típico que usaba Hitler y el peinado habitual del dictador nazi en una clásica pose suya.

"De vez en cuando hay que tomarse en broma a uno mismo", dijo Bachmann a Bild, mientras que desde el movimiento islamófobo explicaron que la foto fue "una broma".

Oertel agradeció a Bachmann su trabajo para sentar las bases de Pegida y movilizar a miles de simpatizantes y aseguró que las fotos imitando a Hitler eran sólo una "sátira", al publicarse en Alemania la novela "Ha vuelto" de Timur Vermes, en la que se juega con un presunto regreso de Hitler al mundo desde una perspectiva paródica.

Las explicaciones no impidieron que la impactante foto se difundiera rápidamente por las redes sociales desde la noche del martes acompañada por críticas y comentarios sobre "la verdadera cara" de Pegida.

Pegida viene organizando masivas marchas cada lunes en Dresde desde octubre pasado en reclamo de políticas más duras de inmigración y asilo, a las que asisten tanto ciudadanos corrientes como neonazis y ultraderechistas.

Luego de los atentados islamistas que este mes dejaron 20 muertos en Francia, Pegida logró concentrar a 25.000 personas en Dresde la semana pasada, en la que fue su mayor marcha hasta el momento. Ese mismo día, unos 100.000 alemanes se manifestaron contra el movimiento en todo el país.

Alarmado, el gobierno alemán de la canciller Angela Merkel ha criticado fuertemente a Pegida y pedido a la población que se abstenga de participar de sus manifestaciones.

"Cualquier político que pose como Hitler es un idiota o un nazi", dijo el vicecanciller Sigmar Gabriel a Bild, reiterando el llamado del gobierno a no adherir a las marchas de Pegida.

Bachmann se encuentra actualmente bajo protección policial después de recibir amenazas de muerte.

Las fuerzas de seguridad prohibieron además la marcha de Pegida del lunes pasado en Dresde por "amenazas concretas" de que se perpetrara un atentado islamista.

Tras la cancelación, unos 10.000 simpatizantes de Pegida, según estimaciones de medios locales, marcharon hoy por Leipzig, en el este de Alemania, para reclamar el fin de lo que consideran "la inmigración masiva".

La manifestación tuvo lugar bajo un fuerte operativo policial, tanto por las amenazas como para evitar encontronazos con la veintena de concentraciones de signo contrario convocadas para salirle al paso.