La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, decretó esta madrugada zona de catástrofe a las regiones de Arica y Parinacota y de Tarapacá a causa del terremoto de 8,2 en la escala de Richter que afectó anoche el norte del país. Decretar zona de catástrofe significa que las Fuerzas Armadas asumen el mando en esas regiones, controlando la entrada y salida de la zona y el tránsito en ella, explicó por Continental Gabriel Pizarro, director de Servicios Informativos de ADN Radio, del país trasandino.

De esta forma se busca evitar saqueos y desórdenes, además de dictar las directrices e instrucciones necesarias para el mantenimiento del orden en la zona. Además, Bachelet, desde el Palacio de La Moneda, lamentó el fallecimiento de seis personas en Iquique y Alto Hospicio a causa del terremoto.

También remarcó que los comités de emergencia se conformaron rápidamente después del terremoto y el alerta de tsunami se declaró con prontitud. Este último llamado fue dado de baja horas después. Bachelet confirmó que las clases se suspenden en las regiones afectadas, además de llamar a mantener la calma y seguir las órdenes de la autoridad. Antes de cerrar su alocución, Bachelet expresó "agradezco los llamados que recibí de la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández, el presidente Humala de Perú y el embajador de Brasil", que ofrecieron su ayuda a Chile. 

La mandataria viajó junto a un grupo de ministros, a las zonas afectadas par analizar los daños y coordinar la ayuda. Minutos antes de la conferencia, en el cuarto informe entregado por la Onemi, el ministro del Interior confirmó que el borde costero fue evacuado en un ciento por ciento.

El terremoto se registró a las 20.46 y el epicentro se registró en el mar, a 85 km al suroeste de Cuya, 115 kilómetros al sur de Arica y 1.900 kilómetros al norte de Santiago, con una profundidad de 44 kilómetros. El fuerte sismo causó gran inquietud en la población de las regiones de Arica y Parinacota y de Tarapacá y posterior al movimiento telúrico se registraron embotellamientos vehiculares mientras la población intentaba retirarse hacia zonas seguras.

Situaciones similares se vivieron en Iquique, Antofagasta, La Serena, Valparaíso, Concepción y casi todas las localidades costeras del país, en donde la población se estaba evacuando hacia zonas seguras, pero al hacerlo en vehículos se generaron embotellamientos de grandes magnitudes.

Algunas localidades del norte de Chile todavía se encuentran sin energía eléctrica, aunque las autoridades todavía no informaron de daños causados por el terremoto. La red de telefonía quedó colapsada, por lo que la mejor manera de comunicarse era con mensajes de textos, describió Pizarro en La Mirada Despierta.

En una primera instancia se había calculado que el terremoto habría sido de 7.8 en la escala de Richter, pero después de una hora el Centro Sismológico Nacional (CSN) subió la magnitud a 8,2. Las primeras olas del tsunami arribaron pocos minutos después del terremoto a las zona de Pisagua, Iquique y Patache, pero, aunque el mar se volvió a recoger, por lo que la alerta de tsunami continuó, en el temor de que la segunda y tercera ola podrían ser más grandes, el alerta de tsunami se levantó hace minutos.

Con este movimiento telúrico se confirma lo anunciado por expertos, que esperaban un gran terremoto en el norte de Chile, ya que hacía muchos años que la región tenía una laguna sísmica y la placa de Nazca estaba ejerciendo mucha presión contra la Sudamericana.