La decisión sueca fue condenada por Israel, que llamó a consultas a su embajador en Estocolmo en medio de amenazas de rebajar las relaciones diplomáticas con la nación escandinava, pero elogiada por el gobierno autónomo palestino, que la calificó de "histórica".

Con su decisión, adoptada por decreto, Suecia se unió a Malta, Chipre, Bulgaria, República Checa, Hungría, Polonia y Rumania, los únicos miembros de la Unión Europea (UE) que reconocen a Palestina como Estado, y a los más de 130 países de todo el mundo que también lo hacen, entre ellos Argentina.

"El gobierno decide hoy reconocer el Estado de Palestina, un importante paso para el desarrollo de los derechos del pueblo palestino a su autodeterminación", escribió la ministra de Defensa sueca, Margot Wallstrom, en de la red social Twitter.

Wallstrom consideró que el reconocimiento ayudará al proceso de paz con Israel y dijo que Palestina cumple el "criterio de ley internacional" de tener "un territorio, un pueblo y un gobierno", pese a la que Israel ocupa Cisjordania y Jerusalén este y controla Gaza, donde los palestinos quieren fundar su Estado.

"No reconocer a Palestina por la ocupación israelí iría en contra del derecho internacional", agregó.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, celebró la decisión sueca a la que calificó de "histórica", según Nabil Abu Rudeina, vocero del gobierno.

Sin embargo, Israel condenó la decisión y llamó a consultas a su embajador en Estocolmo en protesta contra Suecia.

"Es una lástima que el gobierno de Suecia decidiera dar un paso declarativo que sólo hace daño", sostuvo el canciller israelí, Avigdor Lieberman, en un comunicado, informó la agencia de noticias EFE.

Para Lieberman, la de Suecia fue una decisión "miserable que refuerza a los elementos extremistas y el rechazo palestino".

Fuentes de la Cancillería israelí citadas por el diario israelí Haaretz dijeron que Lieberman valoraba incluso la posibilidad de retirar de forma permanente al embajador en Estocolmo, Isaac Bachman, lo que supondría rebajar el grado de las relaciones con el país escandinavo.

El anuncio sueco llegó luego de que el jefe de Gobierno, el socialdemócrata Stefan Lofven, lo anticipara al asumir el cargo a principio de mes.

En ese momento, Lofven había argumentado que el conflicto entre Israel y Palestina sólo podía resolverse a través de una solución con dos Estados "negociada de acuerdo con los principios del derecho universal".

Suecia aumentará además su ayuda a los palestinos de 500 millones de coronas (67 millones de dólares) a 1.500 millones de coronas en los próximos cinco años.

Yasser Abed Rabbo, uno de los principales asesores de Abbas, aplaudió la decisión de Suecia y animó a otros países comunitarios y del mundo a hacer lo propio como "única manera de asegurar la paz en la región".

Rabbo agregó que si el mundo sigue sin reconocer a Palestina "la coalición de extrema derecha en Israel continuará su política de socavar la posibilidad de un Estado palestino mediante diferentes pretextos y excusas".

Esta semana, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó construir 1.000 nuevas viviendas para judíos en Jerusalén este, el sector de la ciudad que los palestinos reclaman para su Estado, desatando la condena de la ANP y crítica internacionales, incluso de Estados Unidos, principal aliado de Israel.

Los palestinos denuncian que el número de colonias judías en tierras ocupadas se triplicó en los últimos 25 años, lo que hace cada vez más inviable por establecer un Estado en los límites anteriores a 1967, año en que Israel capturó Cisjordania, Gaza y Jerusalén este.

La decisión sueca llega a dos meses del fin de la última ofensiva israelí sobre Gaza, en la que murieron más de 2.100 palestinos, en su mayoría soldados. Setenta israelíes, en su mayoría soldados, fallecieron en el transcurso de los 50 días de hostilidades.

La ofensiva coronó una serie de episodios de violencia que incluyó el secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes en Cisjordania y el secuestro y asesinato de un joven palestino como represalia.

La violencia se ha agravado en las últimas semanas en Jerusalén, donde la policía israelí ha chocado con jóvenes palestinos casi a diario y donde un palestino mató la semana pasada a una beba de tres meses y a una mujer ecuatoriana a las que pisó con su auto antes de ser muerto a tiros por policías israelíes.

En medio de esta violencia, el mes pasado, el Parlamento británico aprobó una resolución que pide al gobierno del primer ministro conservador, David Cameron, reconocer a Palestina como Estado independiente.

Además, otros países europeos como Francia, Irlanda y España, debaten propuestas similares a la británica.