Siria llamó hoy a la ONU a que condene sin medias tintas un doble atentado suicida contra una escuela primaria que ayer dejó 33 muertos, entre ellos 22 chicos, y dijo que todo apunta a que fue obra de rebeldes a los que Estados Unidos planea entregar armas.

En una carta al secretario general de la ONU y al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, la Cancillería siria dijo que el silencio internacional ante "crímenes injustificables" como los de ayer alentó a grupos extremistas a cometer tamañas atrocidades.

Según informó la agencia de noticias estatal siria SANA, la Cancillería dijo en la carta que 33 personas, entre ellas 22 chicos, murieron en el ataque contra la escuela Ekremah al-Makhzoumi de la ciudad central de Homs.

Otras 102 personas resultaron heridas, agregó la misiva.

Ayer, SANA había informado de 32 muertos en el ataque, y un funcionario sirio había dicho que entre las víctimas fatales había por lo menos 10 alumnos.

La matanza fue cometida en una zona de Homs controlada por el Ejército sirio y donde son mayoría los alauitas, la rama del chiismo musulmán a la cual pertenece el presidente sirio, Bashar Al Assad, quien desde 2011 enfrenta una revuelta sunnita en su contra.

En la carta, la Cancillería, a cargo del ministro Walid Al Mualem, dijo que el ataque fue cometido por dos suicidas que detonaron sendas bombas que llevaban consigo, con varios minutos de diferencia entre sí, frente a la escuela.

Ninguna organización reivindicó el ataque, pero los atentados suicidas son característicos de los grupos islamistas radicales, que en Siria son los más activos de todas las facciones que integran la insurgencia anti Al Assad.

Alarmado por el avance de uno de esos grupos islamistas, el Estado Islámico (EI), Estados Unidos comenzó a bombardear sus posiciones la semana pasada en los extensos territorios que controla en el norte y el este de Siria.

Al mismo tiempo, sin embargo, Washington aprobó un programa para entrenar y armar a insurgentes sirios a los que considera "moderados", para que puedan hacer frente tanto al EI como al Ejército sirio.

Sobre el ataque en Homs, la Cancillería denunció en la carta que "todos los datos apuntan a que él que planificó y llevó a cabo este atentado es una de las organizaciones terroristas que algunos países occidentales les gusta llamar 'oposición armada moderada'".

La misiva agregó que Siria advirtió en repetidas ocasiones de las consecuencias del doble rasero aplicado por algunos países en materia de la lucha contra el extremismo, y del apoyo financiero y armamentístico concedido por los mismos a los insurgentes.
Todo esto "se considera como una autorización expresa a estos terroristas para practicar matanzas contra los civiles inocentes", señaló la carta.

"Siria exige de nuevo al Consejo de Seguridad de la ONU que adopte una clara postura hacia este crimen y lo condene rotundamente de conformidad con sus resoluciones en materia de la lucha contra el terrorismo", añadió.