Siete niños o adolescentes mueren al día en Estados Unidos por armas de fuego, según un informe publicado hoy por el Centro Brady para Prevenir la Violencia con Armas. 
 
El Centro Brady lanzó hoy una campaña a nivel nacional titulada "Imagina un futuro", con la que pretende concienciar a los padres
estadounidenses sobre los riesgos de tener un arma en casa.
 
"Los padres necesitan saber que la mayoría de muertes y lesiones físicas por armas de fuego son evitables, incluidas los trágicos
tiroteos en las escuela que horrorizan a nuestra nación", dijo Dan Gross, presidente del Centro Brady.
 
"Muchos padres llevan un arma a casa sin intención de causar daño. Pero estas armas son la causa de la mayoría de muertes en los hogares o en las escuelas", añadió Gross, quién consideró que "los padres necesitan ser plenamente conscientes de los riesgos de tener niños y armas en el hogar y de lo que podemos hacer para mantener a nuestras familias a salvo"
 
Gross considera que los padres estadounidenses pueden tener "una repercusión directa e inmediata en el acceso de los niños a las armas y pueden desempeñar un papel importante en prevenir tragedias y salvar vidas".
 
En el año 2011, 19.403 niños y adolescentes estadounidenses menores de 21 años murieron o resultaron heridos armas de fuego. Una media de 53 menores han sido víctimas de disparado cada día, dos cada hora, precisa el informe.
 
Las armas de fuego son la segunda causa de muerte de los jóvenes en Estados Unidos. La primera son los acccidentes automovilísticos, señala el estudio.
 
En 2011, un total de 2.703 menores, con edades comprendidas entre 0 y 19 años, murieron en Estados Unidos por armas de fuego, es decir, siete al día. El 61 por ciento de esas muertes fueron por homicidio, el 32 por ciento por suicido y 5 por ciento fue por disparos fortuitos.
 
La cifra es, sin embargo, menor que en 1993, año en el que 5.751 niños o jóvenes estadounidenses murieron por armas de fuego, un récord.
  
Aunque la violencia por armas de fuego afecta a todos los menores, independientemente de su edad, raza o sexo, los varones, los
adolescentes y los afroamericanos se ven más afectados, precisa el informe.
 
En Estados Unidos hay 300 millones de armas en los hogares y la accesibilidad de estas armas tiene, según el Centro Brady, "un
impacto devastador en los niños", ya que 1,7 millones de niños viven en una casa con un arma cargada que no está bien guardada.
 
Esta organización advierte que el 76 por ciento de los menores con edades comprendidas entre los 5 y 14 años saben donde sus padres esconden las armas en sus casa. Y recuerda que el 87 por ciento de las muertes de menores de 10 años se producen en casa y el 82 por ciento de los jóvenes menores de 18 años que se suicidan lo hacen con un arma perteneciente a un familiar, generalmente uno de los padres.
 
Además el 68 por ciento de los tiroteos en las escuelas tuvieron lugar con un arma que el agresor había sacado de su casa o del hogar de un familiar.
 
El Centro Brady recomienda a los padres que guarden sus armas fuera del alcance de los menores y que cuando sus hijos vayan a jugar a casa de un amigo pregunten a los padres del menor si en su hogar tienen armas. 
 
En la campaña participan padres como Ann Marie Crowell, cuyo hijo Brian de 12 años falleció tras recibir un disparo accidental de un amigo. "Las últimas palabras de mi hijo a su amigo fueron: No puedo creer que me hayas disparado", explica Crowell.
 
El Centro Brady para para Prevenir la Violencia con Armas lleva el nombre de James S. Brady, secretario de prensa de la Casa Blanca, que resultó herido de bala en el intento de asesinato del presidente Ronald Reagan. Desde su silla de ruedas, Brady se convirtió en una de las caras visibles de la lucha por el control de armas en Estados Unidos.