Los militares que dieron un golpe de Estado hace dos días contra el presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, anunciaron alrededor de las 7 (3, hora en Argentina) su rendición, se entregaron y minutos después fueron detenidos por las fuerzas leales al mandatario. Los militares depusieron su actitud tras una llamada al Ministerio de Defensa, pocas horas después de que Nkurunziza aseguró que se encontraba de vuelta en el país, tras participar en una reunión de los líderes de África Oriental, durante la cual, una facción del Ejército anunció que lo había depuesto.

Entre los detenidos se encuentran el general Ndayirukiye Cyrille y dos altos mandos de la Policía, aunque el general Godefroid Niyombare, líder de la facción golpista, aún se encontraría en libertad. Ayer, tras una jornada de graves enfrentamientos en las calles de Buyumbura, el presidente de Burundi anunció que había vuelto al país a través de su cuenta de Twitter, en la que felicitó a todos los ciudadanos "por su paciencia".

Durante las últimas semanas, al menos 20 personas murieron en Burundi en medio de las protestas contra las aspiraciones del presidente a presentarse a un tercer mandato, algo que, según la oposición, prohíbe la Constitución burundesa. Burundi hace apenas una década que salió de la guerra civil (1993-2005) que hundió al país.