El hundimiento, cerca de Tajoura, al este de la capital Trípoli, se produjo ayer tras una explosión, según informó a la agencia de noticias EFE el portavoz naval Ayub Qasem, quien agregó que un grupo de pescadores dieron la voz de alerta tras descubrir varias decenas de cadáveres flotando que fueron sacados del agua. 

Entre los sobrevivientes hay tres mujeres, una de ellas embarazada, y 33 hombres. Los servicios de Guardacostas prosiguen las operaciones de búsqueda y de rescate del resto de los desaparecidos en el lugar del naufragio. No existe aún un balance oficial de víctimas, pero la web de noticias libia Al Wasat, citando fuentes de la Marina, informó que más de 160 personas murieron en el naufragio.

En tanto, la Organización Mundial de las Migraciones (OMM) denunció hoy que casi 500 personas murieron en los últimos días en dos hundimientos de embarcaciones y que uno de los casos podría constituir un caso de "asesinato masivo". La oficina italiana del organismo se encuentra por ahora investigando una denuncia sobre el hundimiento "a propósito" de un bote con unos 500 inmigrantes sirios, palestinos, egipcios y sudaneses después de que éstos se negaran a subirse en medio del mar a una embarcación más precaria. 

"Si esta historia, que está siendo investigada por la policía, resulta ser cierta, sería el peor hundimiento en los últimos años. Sería, además, especialmente grave porque no sería un accidente sino un caso de asesinato masivo", aseguró la organización en un comunicado. La OMM señala que los inmigrantes dejaron el puerto de Damietta, en Egipto, el 6 de septiembre, y que los dos sobrevivientes palestinos que entrevistaron fueron rescatados por un barco de carga que pasó cerca después de pasar 36 horas en el mar. El carguero los llevó a Pozzallo, en Sicilia, Italia, el pasado sábado. 

Los traficantes de personas se están aprovechando de la crisis en Libia, donde se enfrentan diferentes milicias, para llevar a los inmigrantes hasta la isla italiana de Lampedusa, situada a unos 300 kilómetros al norte. El país norafricano se encuentra sumido en el caos desde la caída de Muammar Kadhafi, asesinado por rebeldes en 2011. 

La llegada de inmigrantes a través del Mediterráneo aumentó significativamente este año y la OMM calcula que llegaron a Italia unos 108.000 solicitantes de asilo hasta finales de agosto, frente a los 43.000 de todo 2013. En agosto, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estimó que unas 1.900 personas se ahogaron desde enero buscando llegar a Europa por mar. 

"Estos trágicos eventos subrayan por un lado la necesidad de que continúen las operaciones de rescate en alta mal (...) y por otra el nivel de aberración de los traficantes de personas, que ponen a los inmigrantes en botes cada vez más frágiles y sobrecargados, causando así directa o indirectamente la muerte de miles", dijo.