Un equipo de investigadores rusos aseguró que varios de los 30 activistas de Greenpeace, en detención provisional por piratería al intentar realizar una acción de protesta en el Ártico, serán acusados de "otros delitos graves", tras el hallazgo de estupefacientes y equipamiento sospechoso en el rompehielos Arctic Sunrise.

"Durante la inspección del barco, se encontraron sustancias narcóticas (presuntamente opiáceas y morfina). Se estudia el origen de estas sustancias y qué uso se les daba", señaló Vladímir Markin, vocero del Comité de Instrucción de Rusia.

Además, agregó que también se encontraron equipamientos tecnológicos sospechosos que, para él, tenían un "doble propósito" y podrían haber sido utilizados "no sólo para fines ecológicos".

Según Markin, de acuerdo con los datos obtenidos en el curso de la investigación "se prevé corregir los cargos ya presentados" contra los activistas -entre ellos, los argentinos Camila Speziale y Hernán Pérez Orsi- , que ya están acusador por piratería, lo cual puede llevarlos a cumplir quince años de cárcel.

"Para los investigadores es evidente que a varios de los imputados se les presentarán acusaciones por delitos más graves", subrayó.