La aviación rusa atacó en las últimas 24 horas otros nueve objetivos del Estado Islámico (EI) en Siria, según informó el Ministerio de Defensa de Rusia. El portavoz de Defensa, general Igor Konashenkov, precisó que la aviación destruyó un emplazamiento de misiles, tres piezas de artillería y un depósito de municiones del EI en la provincia de Idebl.

Y agregó que los aviones rusos bombardearon asimismo un campo de entrenamiento, donde "destruyeron instalaciones en las que se encontraba un arsenal de los terroristas. La detonación de la munición destruyó cuatro vehículos", dijo Konashenkov. En total, la aviación rusa realizó 25 misiones, en las que participaron aviones de asalto Su-24 y Su-25, y cazabombarderos Su-34, según el parte oficial.

Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reiteró que el objetivo de la aviación rusa desplegada en Siria es "apoyar las acciones ofensivas de las Fuerzas Armadas sirias en la lucha contra las organizaciones terroristas y radicales". Peskov declinó comentar las informaciones de prensa sobre una supuesta petición de Bagdad para ampliar la acción de los aviones rusos contra las posiciones del Estado Islámico en Irak. "Esta pregunta habría que dirigirla a nuestros colegas de Irak", dijo a un grupo de periodistas.

Moscú declaró que su participación en la lucha contra el Estado Islámico en Siria se limitará a misiones aéreas, aunque algunos altos funcionarios no descartan la posibilidad de que voluntarios rusos se sumen a la filas del Ejército sirio. "Seguramente, aparecerán destacamentos de voluntarios rusos en el Ejército sirio", dijo hoy el presidente del Comité de Defensa de la Duma (Cámara de Diputados), almirante Vladímir Komoyédov.