La reacción rusa se produce luego que empezaron a aplicarse sanciones más duras, una semana después de que quedaran formalmente aprobadas por los países miembros del bloque europeo, con el objetivo declarado de causar más impacto en las cuentas rusas que la ronda de julio, y coordinadas además con las medidas de Washington que buscan aumentar el aislamiento político y económico de Rusia por sus "acciones ilegales en Ucrania".

Hoy temprano, el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtió que las medidas "perjudican a sus autores", mientras que las pérdidas para Moscú "son mínimas".

"Conocemos las cifras de pérdidas que sufren las empresas europeas y estadounidenses como consecuencia de las medidas rusas de respuesta. Pero, como nos gusta decir en estos casos, esta no fue nuestra elección", dijo Putin, citado por la agencia de noticias Ria Novosti.

Putin, quien participó hoy en la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái en Dusambé(Tayikistán), subrayó que "la política sancionadora siempre causa daños concretos a los que recurren a ese instrumento" y "en el caso de Rusia, esta no es una excepción".

"En lo que se refiere a las sanciones introducidas hoy, parecen extrañas", dijo Putin, quien advirtió que su país no tiene previsto cerrar la puerta a ningún socio comercial, pero que "siempre hay alternativas", en caso de que algunos países no quieran cooperar con Moscú.

Sin embargo, reconoció que la economía rusa también experimenta "dificultades" debido a las sanciones occidentales, pero insistió en que éstas "son mínimas".

Putin, que hace dos meses ordenó prohibir las importaciones de alimentos, frutas y verduras de Estados Unidos y la UE, adelantó que el Gobierno ruso estudiará nuevas "medidas de respuesta" a esta iniciativa coordinada entre Bruselas y Washington.

Más temprano, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, había acusado a la UE de socavar el proceso de paz en el este de Ucrania al imponer nuevas sanciones económicas contra Rusia.

"Tomar dicha decisión en el mismo momento en que el proceso de paz en Ucrania gana estabilidad significa optar por socavar el proceso", dijo Lavrov a la televisión pública rusa, tras señalar que la reacción de Moscú a las sanciones será "tranquila, adecuada y, principalmente, se guiará por la defensa de sus propios intereses".

La semana pasada, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, había advertido que la reacción de Rusia sería "asimétrica" y, según algunas fuentes, podría afectar a las importaciones de productos textiles y los coches usados procedentes de la UE.

Las nuevas sanciones europeas, que serán revisadas a finales de mes en función de la evolución de la situación en Ucrania, afectan por vez primera al sector petrolero ruso, en particular la financiación a tres empresas petroleras: Rosneft, Transneft y Gazprom Neft, y a tres sociedades del sector de la defensa: United Aircraft Corporation, Oboronprom y Uralvagonzavod.

Además se sumaron otras nueve sociedades mixtas de defensa y se ampliaron las restricciones de viaje y la congelación de bienes a otros 24 dirigentes y oligarcas rusos, crimeos y prorrusos del este de Ucrania.

Paralelamente el Gobierno estadounidense anunció hoy la imposición de nuevas sanciones a Rusia, que profundizan las rondas previas centradas en los sectores financiero, energético y de defensa e incluyen al mayor banco ruso, Sberbank, en respuesta a sus "continuas acciones desestabilizadoras" en Ucrania.

Con la manifiesta intención de mantener su presión contra Moscú, Washington apuntó por primera vez a la joya de la corona del sector energético ruso: Gazprom, el primer proveedor energético en Europa.

En julio pasado, la Administración del presidente Barack Obama había sancionado a algunas empresas energéticas y a la rama financiera de Gazprom, pero hoy por primera vez la medida alcanzó al conglomerado como conjunto y en particular a su filial de exploración petrolera, Gazprom Neft.

El Departamento del Tesoro impuso a Gazprom, Gazprom Neft y otras tres compañías energéticas -Lukoil, Surgutneftegas y Rosneft- sanciones que "prohiben" la exportación de bienes, servicios -excluyendo financiación- y tecnología en "apoyo" a los proyectos de exploración de petróleo en las aguas de control ruso del océano Ártico.

Los anuncios estadounidense y ruso coincidieron con el del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, quien hoy informó que el Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea (UE) entrará en vigor el próximo 1 de noviembre sin incluir las modificaciones exigidas por Rusia.

En su momento, la negativa del Gobierno ucraniano de firmar la asociación con Bruselas provocó una ola de protestas antigubernamentales que desembocó en disturbios y, a la postre, en el derrocamiento del presidente Víktor Yanukovich, elegido democráticamente, tras una serie de disturbios que inicialmente fueron masivos pero terminaron copados por grupos con componentes neonazis, mientras funcionarios de Occidente alentaban vocalmente el cambio de gobierno en Kiev.