La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, pidió hoy a sus ministros que sean austeros en sus gestiones para poder reducir el gasto público sin poner en riesgo las políticas sociales.

La mandataria mantuvo hoy la primera reunión plena de gabinete desde que asumió su segundo período y se refirió a las medidas de ajuste en las cuentas públicas en un discurso dirigido a los 39 ministros y transmitido por la televisión pública.

Las medidas de contención de gastos, aumento de los impuestos y restricción del crédito no implican que el gobierno haya alterado "ni un milímetro" el proyecto con el que se presentó en las elecciones de octubre pasado, cuando prometió aumentar el gasto social y las inversiones, explicó Rousseff.

"Las conquistas sociales dependen mucho de la estabilidad y de la credibilidad de la economía", afirmó Rousseff y citó varias propuestas a instrumentar en el primer semestre de este año, incluyendo un plan de estímulo a las exportaciones y un programa de reducción de la burocracia.

También anunció el lanzamiento de una nueva cartera de concesiones para impulsar las inversiones en infraestructura, en sectores como rutas, puertos, aeropuertos y vías fluviales.

Rousseff también afirmó que será "intransigente" con la corrupción, y pidió a sus ministros que sean "íntegros" y "firmes" en el combate a cualquier irregularidad que sea detectada en sus carteras.