Los líderes del G-7 -grupo de los paí­ses más industrializados- anunciaron este lunes la exclusión de Rusia de la próxima cumbre que debía celebrarse en Sochi, en el marco de las represalias de las potencias por la anexión de Crimea.
 
En un mensaje en la red social Twitter, Van Rompuy escribió que "los líderes del G7 no participarán (en las reuniones del G8) en Sochi", ciudad rusa en la que esa reunión con el formato de ocho países iba a celebrarse el 4 y 5 de junio.
 
Así lo decidieron los líderes de Francia, Reino Unido, Italia, Alemania, Estados Unidos, Canadá y Japón en una reunión convocada en La Haya por el presidente estadounidense, Barack Obama.
 
Obama había convocado este cónclave para discutir la crisis en Ucrania y tratar de adoptar una posición común frente a Rusia tras la anexión por parte de Moscú de la república autónoma de Crimea.
 
Horas antes, el primer ministro británico, David Cameron, había adelantado la posibilidad de anular la cumbre en Sochi como una nueva medida de castigo a Rusia.
 
La posibilidad de excluir a Moscú de ese club de países poderosos, al que se unió en 1998, era evaluada por los líderes en este encuentro, convocado en los márgenes de la Cumbre de Seguridad Nuclear que reúne hoy y mañana en La Haya a más de 50 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo.
 
A la cita no asistió Putin pero sí su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, quien dejó claro que el presidente ruso había decidido hacía "meses" no asistir por cuestiones "pragmáticas" a esa cita en esta capital holandesa.
 
Momentos antes de empezar la reunión del G7 en la residencia oficial del primer ministro holandés, Mark Rutte, Lavrov ofreció una rueda de prensa en la que aseguró que no veía "un gran problema" en que Rusia no participase en el G8.
 
"El G8 solía ser una plataforma de diálogo entre Occidente y Rusia", comentó Lavrov.