El presidente de México, Enrique Peña Nieto, destacó hoy, luego de la masiva jornada de protesta por la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, estado de Guerrero, que la libertad de manifestación es una de las conquistas "más importantes de nuestra democracia" y denunció a quienes "están interesados en atentar contra esa libertad al provocar y realizar actos vandálicos".

Aseguró, además, que la ciudadanía, con razón "está harta de sentirse vulnerable y cansada de la impunidad y la delincuencia" e hizo un "amplio reconocimiento" a la Policía Federal y del Distrito Federal por su "estrecha coordinación para hacer respetar la ley".

El mandatario aludió así a los incidentes violentos en Ciudad de México que dejaron 31 detenidos y unos 25 lesionados, entre policías, civiles y fotógrafos de prensa, tras la pacífica y masiva movilización encabezada por los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa secuestrados y desaparecidos el 26 de septiembre pasado luego de ser atacados por la policía de Iguala y narcotraficantes con un primer saldo de seis muertos y 25 heridos.

Tras la marcha de ayer sufrieron lesiones varios civiles, entre ellos cuatro fotógrafos, según la organización FotoReporterosMx. La agencia Associated Press (AP) denunció que policías federales golpearon a uno de sus fotógrafos y le quitaron el equipo de trabajo.

Los disturbios se produjeron primero cerca del aeropuerto y luego frente al Palacio Nacional tras finalizar el acto en el Zócalo, y fueron protagonizados por supuestos anarquistas, al margen de las marchas pacíficas, reportaron las agencias ANSA y DPA y el diario capitalino La Jornada.

"Es obligación del Estado mexicano en su conjunto asegurar que las manifestaciones ciudadanas no sean secuestradas por quienes actúan con violencia y vandalismo", dijo el mandatario al inaugurar en esta capital el Encuentro Nacional de Procuración y Administración de Justicia.

Las movilizaciones de solidaridad con los 43 desaparecidos se han extendido en todo el país y la del jueves fue una de las más significativas, como parte de una jornada global del protesta que incluyó acciones de apoyo en otras partes del mundo.

El caso Iguala ha tensado al país y generado la mayor crisis en dos años de gobierno de Peña Nieto. Los jóvenes desaparecieron el 26 de septiembre y presuntamente fueron asesinados, después de ser detenidos por policías municipales y entregados a un grupo criminal.