Teresa Romero, la enfermera que superó el ébola en España,finalmente se enteró que sacrificaron a su perro mientras ella estaba en grave estado y cuestionó esa decisión por parte de las autoridades madrileñas, contó su marido, Javier Limón.

Limón, todavía en aislamiento en el hospital Carlos III pero sin síntomas del virus, contó al diario El País a través de un cuestionario escrito que ya le comunicó a su esposa, también asilada, sobre la muerte de su mascota, Excalibur, el pasado 8 de octubre. Las autoridades ordenaron sacrificar el animal ante el temor de que estuviera infectado y pudiera transmitir el virus.

"Ella [Romero] se pregunta ahora que para qué mataron al perro, que no tenía culpa de nada'', dijo.