El tifón Neoguri está sobre la prefectura japonesa de Okinawa, en el extremo sur del archipiélago nipón, donde hay unos 530.000 evacuados en una decena de municipios, mientras fueron cerradas las escuelas, centros comerciales y oficinas públicas. También fueron cancelados unos 300 vuelos. Por ahora hay ocho heridos no graves, según los medios locales, en tanto hay más de 22.000 familias sin luz en más de 20 municipios, según la Electric Power.

Entre los evacuados hay 55.000 residentes de la isla de Miyako, la más afectada por el alerta de "máximo nivel" decidido ayer por la Japan Meteorological Agency (JMA). Hay además 138.000 habitantes de Okinawa invitados a trasladarse a los refugios designados o a quedarse en las estructuras capaces de soportar vientos de hasta 250 kilómetros por hora. 

El octavo tifón de la temporada, que se mueve a 30 kilómetros por hora, se dirige ahora hacia el norte a la isla de Okinawa. Luego debería virar al este y tocar las islas de Kyushu y Honshu, donde están Osaka y Nagoya, para llegar a Tokio como tormenta tropical. Entretanto un fuerte terremoto de 5,8 grados de magnitud se registró en el norte de Japón a las 18.05 locales (las 10.05GMT) en el sudeste de la isla de Hokkaido, en el área de Ishikari-chiho Nambu. 

La JMA identificó un centro muy cercano a la superficie y, aunque no lanzó alerta de tsunami, señaló los riesgos de posibles "leves variaciones del nivel del mar en las regiones costeras".