Nicaragua se convirtió en el primer país del mundo en incorporar a trabajadoras sexuales a su sistema judicial, para que cumplan el rol de facilitadoras en situaciones de conflicto, una figura creada por la Corte Suprema. Un total de 18 prostitutas recibieron ayer en Managua sus credenciales como facilitadoras judiciales, para guiar a personas que desconozcan los procedimientos, un hecho que la titular de la Asociación de Mujeres Trabajadoras Sexuales Girasoles (RedTraSex Nicaragua), María Elena Dávila, consideró “histórico”.

"Podemos llegar a que en cada municipio (153 en Nicaragua) haya por lo menos seis trabajadoras sexuales capacitadas para ser facilitadoras judiciales", afirmó Dávila en una conferencia de prensa. En tanto, la coordinadora para Centroamérica y el Caribe de la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica (RedTraSex), Adelaines Cabrera, juzgó que se trata de "una experiencia exitosa, sin estigma ni discriminación hacia las trabajadoras sexuales”, y destacó especialmente que otorga “la apertura de trabajar de forma organizada”.

La figura de los facilitadores judiciales nació en los 80 en Nicaragua, y desde entonces se extendió al resto de Centroamérica, Argentina, Paraguay y República Dominicana, aunque no con trabajadoras sexuales, reseñó el vicepresidente de la CSJ, Marvin Aguilar. En Nicaragua, existen unos 7.000 miembros del Servicio Nacional de Facilitadores Judiciales que se encargan de tutelar a las personas en casos legales.