El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aceptó hoy un ofrecimiento del liderazgo republicano de Estados Unidos para hablar ante ambas cámaras del Congreso sobre el diferendo con Irán por su programa nuclear, pese a que la Casa Blanca había considerado la invitación como inapropiada.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, había invitado a Netanyahu a hablar ante el Congreso en febrero sobre la necesidad de imponer más sanciones a Irán, una medida que, según el presidente Barack Obama, perjudicará las negociaciones nucleares en curso con Teherán.

Sin hacer referencia a la disputa entre Obama y los republicanos por la invitación y las sanciones, un comunicado de la oficina de Netanyahu afirmó hoy que el discurso le dará una oportunidad al premier para "agradecer al presidente Barack Obama, al Congreso y al pueblo estadounidense por su apoyo a Israel".

No obstante, el primer ministro llegará a Estados Unidos no en febrero sino "a principios de marzo" para participar también en la convención anual del lobby judío en el Congreso, el Comité de Relaciones Públicas entre EEUU e Israel (AIPAC, por sus siglas en inglés), dijo el comunicado de su oficina.

"Es para mí un honor aceptar esta invitación que refleja la amistad especial entre Israel y EEUU, así como el fuerte apoyo de los dos (principales) partidos de EEUU a Israel", declaró el primer ministro israelí en la nota.

La invitación a Netanyahu coincidió con una disputa entre Obama y los republicanos, que controlan el Congreso, en torno a las negociaciones en curso entre Irán, Estados Unidos y otras cinco potencias para llegar a un acuerdo que garantice la naturaleza pacífica del programa nuclear iraní.

Los republicanos, al igual que Netanyahu, desconfían de las conversaciones o directamente las rechazan, y dicen que es necesario presionar a Teherán imponiéndole sanciones adicionales a las varias que ya recibió en el curso del contencioso.

El consenso internacional, por el contrario, es que a través de las negociaciones multilaterales se podrá llegar a un acuerdo para limitar el programa nuclear del país persa, que según las potencias occidentales e Israel esconde el desarrollo clandestino de armas nucleares, algo que Teherán niega.

Por eso, Obama ya advirtió esta semana, durante su discurso del Estado de la Unión, que esta dispuesto a vetar cualquier nueva sanción contra Teherán que sea aprobada por el Congreso antes de mitad de año, cuando vence el plazo último para alcanzar un acuerdo nuclear en Viena.

En la cámara baja, los republicanos vienen trabajando desde hace meses en un proyecto de ley para aumentar las sanciones a Irán, mientras que en el Senado quieren aprobar una ley para obligar a Obama a que cualquier acuerdo multilateral con Irán sea ratificado por el Congreso.

La invitación a Netanyahu tomó a la Casa Blanca con la guardia baja, y el vocero presidencial Josh Earnest la consideró como contraria al protocolo, diciendo que debería haber sido cursada por Obama, no por Boehner.

Tratando de limar asperezas con la Obama, con quien ha mantenido una relación fría, Netanyahu dijo en el comunicado emitido hoy que la pasada semana estuvo en contacto con él y que compartieron sus inquietudes sobre el extremismo islamista, incluido "el creciente terrorismo y la aspiración de Irán de conseguir armas nucleares".

Con esta visita "espero poder compartir con ambas cámaras la visión de Israel para una actuación conjunta a la hora de afrontar estas amenazas y subrayar el compromiso de Israel con el vínculo que une a nuestras dos democracias", agregó Netanyahu.