Paisley fue una de las figuras políticas más controvertidas de Irlanda del Norte durante las tres décadas de conflicto, y la incendiaria oratoria del pastor evangelista fue muchas veces considerada un agravante de un derramamiento de sangre que se cobró la vida de 3.700 personas.

Sin embargo, en su apogeo político, Paisley, apodado el "Doctor No", asombró al mundo en 2007 al aceptar y permitir el nacimiento del primer gobierno de unidad de Irlanda del Norte entre sus protestantes pro británicos y los nacionalistas y republicanos partidarios de unirse a Irlanda, en su mayoría católicos.

El primer ministro británico, David Cameron, dijo que Paisley fue una personalidad polémica pero agregó que su contribución a la estabilidad en el Ulster, aunque tardía, fue "enorme".

"En particular, su decisión de sumar a su partido a un gobierno de unidad en 2007 requirió de gran coraje y liderazgo", prosiguió Cameron.

"Ian Paisley será recordado como el 'Gran Hombre' de la política de Irlanda del Norte. Se lo extrañará profundamente", agregó.

Desde los primeros días del conflicto en el Uslter, Paisley profetizó la condena eterna para cualquier político protestante que osara acercarse a la Iglesia Católica o a los nacionalistas norirlandeses, provocando el rechazo a su intolerancia de los dirigentes unionistas moderados.

Su secta evangélica, la Iglesia Libre Presbiteriana del Ulster, principal agente de la base de apoyo extremista que creó, llegó a calificar de anticristo al papa Juan Pablo II y de Judas a las demás ramas del protestantismo, en un reflejo de la hostilidad del reverendo hacia el establishment.

Desde su Partido Democrático Unionista (DUP), el reverendo se pasó años insistiendo en que Irlanda del Norte debía seguir formando parte del Reino Unido y que no había que hacer ninguna concesión a las demandas de los republicanos.

Alejado ya de la política activa desde 2008 -en 2010 se retiró de la Cámara de los Comunes y en 2011 de la Asamblea norirlandesa- el líder unionista sufría problemas de salud en los últimos años, y en 2012 padeció un ataque al corazón.

En un comunicado, su mujer, Eileen Paisley, dijo hoy que la familia "tiene el corazón roto" por su fallecimiento.

"Mi amado esposo, Ian, comenzó su eterno descanso esta mañana. Aunque nuestra gran esperanza es volver a reunirnos, naturalmente como familia tenemos el corazón roto. Le amábamos y él nos adoraba, y nuestras vidas terrenales cambiaron para siempre", señaló la viuda, con quien Paisley tuvo tres hijas y dos hijos.

Durante su campaña acérrima contra los nacionalistas, Paisley renegó también del acuerdo de paz del Viernes Santo (1998) y, al convertir al DUP en el principal partido protestante, obligó a renegociar su contenido.

Tras el desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en 2005, el reverendo forzó después a su brazo político, el Sinn Féin, a reconocer la autoridad de la Justicia y la Policía norirlandesa, lo que le permitió por fin compartir gobierno con el "número dos" nacionalista, Martin McGuinness, entre 2007 y 2008.

Para sorpresa de muchos, ese periodo estuvo marcado por la cordialidad entre estos dos antiguos enemigos, lo que incomodó a muchos unionistas, y por ese motivo McGuinness expresó hoy su pesar por el fallecimiento de "un amigo".

"Durante varias décadas fuimos rivales políticos y mantuvimos puntos de vista muy diferentes sobre muchos asuntos, pero en lo que estábamos totalmente unidos fue respecto a la idea de que nuestra gente era capaz de gobernarse mejor que cualquier gobierno británico", señaló McGuinness.

El líder republicano, ex comandante del IRA, destacó el trabajo efectuado por Paisley "en sus últimos tiempos de su carrera política", que sirvieron, dijo, para "generar acuerdo" y "guiar al unionismo" hasta un entendimiento con "republicanos y nacionalistas".

El líder de la oposición británica, el laborista Ed Miliband, declaró que Paisley fue "durante décadas, una encumbrada figura de la política de Irlanda del Norte".

"Su decisión de sumar al DUP a un gobierno de unidad con el Sinn Fein fue el máximo acto de coraje político y reconciliación", añadió.