"Ya había (desde) un par de años casi, una adecuación de la economía uruguaya, a las relaciones económicas, comerciales, financieras, a una devaluación importante. Buena parte del efecto de lo que podía ser una depreciación de la moneda argentina ya lo habíamos experimentado desde fines de 2011", señaló Bergara.

El ministro, que asumió el cargo a fines de diciembre, dialogó anoche con medios radiales sobre el impacto de la devaluación dispuesta por la Casa Rosada, y sus declaraciones fueron difundidas hoy por la prensa uruguaya.

Respecto del salto del dólar desde el inicio de 2014, el funcionario del presidente José Mujica consideró que "está en un contexto que quizás es más importante que el propio valor del tipo de cambio: en un contexto que se ha perdido un poco la previsibilidad o la estabilidad en las principales perspectivas de la economía argentina".

"Ese es principalmente el problema hoy, que hay muchas decisiones económicas que seguramente están un poco detenidas porque no está claro el rumbo, esto de anunciar una medida un día, desarmarla al día siguiente, no está muy claro quién está al mando, ni la lógica de conducción; no las personas sino la orientación de la política económica, las capacidades financieras...", remarcó.

En esa línea, sostuvo que "el problema, más allá de hacia dónde van los números, porque en términos de la eventual competitividad, la economía argentina, por el tema devaluatorio o de depreciación -la palabra "devaluación" se asocia mucho a cuando se administraban los tipos de cambio-, también está acompañado de una más alta inflación. O sea que no está claro cuál es el efecto neto en términos de competitividad".

"Sí está claro que hay muchas decisiones, de importación, de hacer turismo, en fin, cosas que efectivamente en el corto plazo nos afectan, que están a la espera de que el oleaje en Argentina descanse en algún punto. No está claro en qué punto va a estabilizarse", deslizó.

Tras expresar que Buenos Aires está en una "situación de tal volatilidad o falta de perspectiva clara", el ministro aclaró que "Argentina no es el principal vínculo comercial que tiene el Uruguay hoy, (por eso) las definiciones de tipo macroeconómico tienen que afectar al conjunto de las transacciones comerciales y financieras que tiene el Uruguay con el mundo, y Argentina no deja de ser importante, pero tampoco puede ser la que marque las decisiones en el terreno macroeconómico".

"Está bien mantener la atención y la preocupación, atender las cuestiones puntuales que deban atenderse por la situación en Argentina.

Pero no hay que llevar esto a una situación de dramatismo, no creemos que corresponda, porque confiamos en la plataforma que hemos construido para navegar estas situaciones. Y una cosa es atender las situaciones puntuales y otra es comenzar a lo loco a tomar medidas en el terreno macroeconómico, porque -reitero- la relación de Uruguay con el mundo es mucho más amplia y no debería ser Argentina la que nos paute decisiones macro", completó.