En rueda de prensa en la Cancillería tras reunirse con el primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk, Merkel aseguró que Berlín hace y hará todo lo que está en su mano para proteger a todos los ciudadanos en Alemania, "sean judíos, cristianos, musulmanes o personas que no profesan ninguna religión".

Tras el ataque de ayer en París contra el semanario satírico Charlie Hebdo, que dejó 12 muertos, la canciller recalcó que los musulmanes en este país se han manifestado claramente contra los atentados y otras acciones extremistas.

No obstante, reconoció que en Alemania también hay "lamentablemente fuerzas aisladas conectadas con el yihadismo" y defendió por tanto la necesidad de mantener las medidas de seguridad, como ayer señaló el ministro del Interior, Thomas de Maizière.

El ministro avanzó que se habían reforzado "parcialmente" las medidas de seguridad tras el atentado de París, aunque aseguró que no existen "indicios concretos" que apunten a un riesgo de atentado en Alemania.

De Maizière subrayó también la necesidad de distinguir con claridad entre el islamismo radical y el islam, un mensaje que retomó hoy el ministro de Justicia, el socialdemócrata Heiko Maas, al considerar "repugnante" que haya movimientos islamófobos que intentan "instrumentalizar" el atentado de París.

El atentado contra la revista francesa, que publicó caricaturas de Mahoma, fue cometido por hombres encapuchados, armados con fusiles largos, al grito de "Alá es grande".