"La crisis se está tratando en términos geopolíticos, no en términos humanitarios", denunció el director general de MSF, Bruno Jochum, en una conferencia de prensa brindada en Ginebra al regresar de Irak.

Además, advirtió sobre el peligro de que estalle una catástrofe humanitaria en el país.

En esa línea, el representante de MSF en Irak, Gustavo Fernández, sostuvo que "en el ámbito sanitario la situación es alarmante".

Fernández advirtió que podrían surgir epidemias con mucha facilidad debido a la precariedad en la que se vive por la falta de agua corriente y la ausencia de saneamiento.

"El problema es que si surgen, no lo sabremos hasta que estén muy extendidas, porque nosotros, como otros agentes humanitarios, no tenemos acceso a esas zonas".

Se trata de los territorios controlados por los yihadistas del Estado Islámico (EI) "donde ahora, por razones de seguridad no podemos adentrarnos", sostuvo Fernández citado por la agencia de noticias EFE.

Mientras que en algunas zonas donde MSF sí tiene acceso, el problema es la enorme cantidad de necesidades y la dificultad para satisfacerlas.

En el kurdistan iraquí hay unas "900.000 personas que viven en edificios abandonados o escuelas, que comparten 20 letrinas para 5.000 personas", agregó Fernández quien advirtió que en las últimas tres semanas hubo un incremento de los casos de diarrea, de infecciones de la piel y de problemas gastrointestinales.

Ante esta situación extrema, MSF instó a la comunidad internacional a tomar un compromiso con los civiles.

La organización sunnita EI instauró en regiones de Irak y Siria un califato, un sistema de gobierno en el que el califa se erige como representante tanto del pueblo como del Islam y que debe gobernar de acuerdo a la ley religiosa (sharia).