Las autoridades australianas mataron a unos 700 koalas en el cabo Otway, a unos 230 kilómetros al suroeste de la ciudad de Melbourne, debido a "problemas de superpoblación". Los funcionarios del estado de Victoria indicaron que los animales fueron capturados y sedados antes de ser sacrificados de forma secreta entre 2013 y 2014.

"Era claro que había un problema de superpoblación y que los koalas estaban sufriendo porque no gozaban de buena salud y padecían hambre", explicó la ministra de Medio Ambiente de Victoria, Lisa Neville. A pesar de la medida, el problema de la superpoblación se mantiene, lo que obliga a las autoridades de Victoria a buscar otras estrategias de conservación.

A diferencia de en Victoria, el koala, que en lengua aborigen significa "sin beber" en alusión a que el 90 por ciento de su hidratación proviene de las hojas de eucalipto que come, está considerado especie amenazada o vulnerable en la costa este de Australia.