El ministro principal escocés, el nacionalista Alex Salmond, aseguró al lanzar esa campaña en mayo del 2012 que, si se lograba la firma de más de un millón de votantes antes del referéndum del 18 de septiembre de 2014, Escocia se convertía en un país independiente.

El padrón para la consulta es de alrededor de 4,3 millones de votantes y el Gobierno nacionalista escocés confía en que la participación llegue al 80%, alrededor de 3,36 millones.

En total, firmaron la declaración a favor de la independencia escocesa 1.001.186 personas inscriptas en el padrón electoral de la región, según informó "Yes Scotland" y recogió la agencia de noticias EFE.

El responsable de la campaña, Blair Jenkins, consideró alentador haber logrado la meta de un millón de firmas un mes antes de que se celebre la consulta.

Aún en el caso de que se produzca una elevada participación electoral, la campaña independentista necesita algo más de otro millón de votos a favor.

Las encuestas señalan que son más los que se oponen a la independencia de Escocia del Reino Unido que los secesionistas.

En el último sondeo, publicado el lunes por el diario británico The Times, un 43% de los escoceses está a favor de la independencia mientras que el 57% restante se manifiesta en contra.

Si se tiene en cuenta el número de indecisos, entonces el resultado del sondeo, realizado sobre un muestreo de mil personas entre los días 12 y 15 de agosto, es del 38% a favor de la independencia, el 51% en contra y un 11% que asegura no saber qué votar.

Los mayores de 16 años que viven en Escocia están llamados a las urnas el 18 de septiembre para contestar con un sí o un no si quieren la independencia del Reino Unido, en un referéndum histórico cuyo resultado será vinculante.