El primer ministro francés, Manuel Valls, requiere un cupo máximo de refugiados en Europa ante la entrada masiva de peticionarios de asilo en la zona Schengen, a horas de una reunión francoalemana sobre los atentados del 13 de noviembre en París. "No podemos acoger a más refugiados en Europa. No es posible", afirma Valls sobre un encuentro que mantuvo el premier con varios medios europeos.

No obstante, el primer ministro socialista evitó criticar directamente la política de puertas abiertas que defiende la canciller alemana, Angela Merkel. Pero sus declaraciones, pocas horas antes de una cumbre franco-alemana en el palacio del Elíseo entre la canciller y el presidente francés, Francois Hollande, sobre la necesidad de unirse a lo que desde el 13-N Francia considera una "guerra", son inequívocas.

A juicio del funcionario galo, la respuesta europea a la crisis de los refugiados pasa por mejorar los controles en las fronteras exteriores de la zona Schengen y cooperar con Turquía, Líbano y Jordania, los países fronterizos con Siria. Valls, señaló que Siria es el mayor emisor de peticionarios de asilo. El país de Medio Oriente está en guerra civil con intervención de yihadistas extranjeros, entre los que los que hay gran cantidad de franceses, desde hace cuatro años.

Sobre la primera cuestión, Valls advierte que el control de las fronteras exteriores es "decisivo" para el futuro de la UE: "Si no lo hacemos, los ciudadanos nos dirán: '¡Basta ya de Europa!'", señaló, en clara referencia al crecimiento de partidos antieuropeístas como el UKIP británico. Le Figaro comenta que, a puertas cerradas, numerosos dirigentes europeos están discutiendo la responsabilidad de Alemania en la crisis de refugiados, y señala que es la primera vez que Francia, socia privilegiada de Berlín, lo señala en público.