Un argentino lleva más de 20 años esperando su ejecución en Texas, Estados Unidos. Víctor Saldaño está acusado por asesinato. Su madre, Lidia Guerrero, tiene esperanzas de que supriman esta decisión a partir del pedido del papa Francisco.

“La Suprema Corte de Estados Unidos anuló la sentencia por discriminación”, recordó la mujer.

“Para que le den la pena de muerte, para que le corresponda, tiene que demostrarle al jurado que son personas peligrosas para la sociedad e irrecuperables. Para eso, la fiscalía le paga a un testigo para que diga eso”, relató.

“Para el segundo juicio ya casi no me conoció, no podía hablar. Víctor está aislado, en una habitación pequeña con un baño y una puerta blindada. Le pasan la comida por la parte inferior de la puerta pero no puede ver para afuera ni hablar con nadie”, afirmó Guerrero.

“Él se quiso suicidar tres veces, en otras tres oportunidades pidió que lo ejecuten y el consulado nos pide a la familia que lo hagamos desistir de esa idea”, aseguró.

“Al Papa le interesa el tema porque la Iglesia está en contra de la pena de muerte”, enfatizó Lidia, tras los dichos de Francisco en tierra norteamericana.