El fragmento de un avión hallado el miércoles en la isla francesa de La Reunión, en el océano Índico, fue identificado como parte de un Boeing 777, aseguró hoy el Ministerio de Transportes de Malasia, país al que pertenecía el avión del mismo tipo desaparecido el 8 de marzo del año pasado.

"Sabemos que el alerón ha sido identificado oficialmente como parte de un avión Boeing 777", sostuvo el ministro malasio de Transportes, Liow Tiong Lai y afirmó que la información será corroborada por las autoridades francesas, el fabricante de aviones Boeing, la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos y el Departamento de Aviación Civil de Malasia.
"Pido a todas las partes implicadas a permitir que este proceso de investigación crucial siga adelante. Lo reitero por el bien de los parientes más cercanos de los seres queridos del vuelo MH370 que esperan con ansiedad noticias y que han sufrido mucho hasta ahora", agregó el ministro.

El fragmento, de dos metros de largo, llegó ayer a Francia para que los investigadores determinen si efectivamente pertenece al avión con 239 personas a bordo que desapareció el 8 de marzo de 2014

El fragmento, de dos metros de largo, llegó ayer a Francia para que los investigadores determinen si efectivamente pertenece al avión con 239 personas a bordo que desapareció el 8 de marzo de 2014 cuando volaba de Kuala Lumpur a Beijing y será trasladado luego a un laboratorio cercano a la ciudad francesa de Toulouse, donde comenzará a analizarse el miércoles próximo. Se espera que ese mismo día habrá conclusiones clave.

El descubrimiento de los restos puede confirmar finalmente que el MH370 se estrelló en el mar después de desviarse de su ruta de Kuala Lumpur a Pekín, lo que contribuiría a poner fin a 16 meses de agónica incertidumbre para los familiares de los pasajeros y la tripulación. El Boeing 777 de Malaysian Airlines es el único en el mundo desaparecido hasta el momento.

Si se confirma que el número de serie en el flaperón es del vuelo 370, se pueden utilizar herramientas sofisticadas para tratar de recabar más información sobre las causas del accidente, como si su forma corresponde más a una explosión en pleno vuelo o a un choque con el océano. Los investigadores creen que alguien podría haber apagado deliberadamente los sistemas de comunicación antes de desviar al avión en miles de kilómetros.