Dos nuevos sondeos sobre intención de voto divulgados en las últimas horas muestran una ligera recuperación del campo unionista, después de que una consulta publicada el pasado domingo causara turbulencias en los mercados y entre los partidos británicos al dar por primera vez el triunfo al "Sí".

La decisión de los líderes de los principales partidos británicos -conservadores, laboristas y liberaldemócratas- de viajar esta semana a Escocia para respaldar la unión, parece haber surtido efecto.

Los políticos prounionistas y los independentistas participaron hoy en mitines en Escocia en el tramo final de la campaña, mientras muchos bancos y empresas abandonaron su neutralidad y alertaron sobre las consecuencias negativas de una eventual escisión.

El populista líder del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP), Nigel Farage, llegó a pedir hoy la intervención de la reina Isabel II de Inglaterra para que haga una declaración en favor de la unión, si bien el palacio de Buckingham ya aclaró que la soberana mantiene su neutralidad.

Un sondeo de la firma ICM para el periódico The Guardian, otorgó hoy a los partidarios de mantener la unión de Escocia con el Reino Unido el 51% de apoyo frente al 49% del "Sí", mientras que un 17% de los votantes aún están indecisos.

En su primer sondeo sobre el referéndum, ICM entrevistó por teléfono a mil electores entre el miércoles y el jueves, cuando los partidarios del "No" viajaron a varias ciudades escocesas para defender el Acta de Unión de 1707.

Otra encuesta divulgada anoche por la empresa YouGov, que el pasado domingo fue la única en otorgar mayoría a la independencia escocesa en el referéndum del día 18, colocó al campo unionista con un apoyo del 52% frente el 48% de los independentistas.

Esto supone una recuperación de tres puntos para los partidarios del "No", los mismos que habrían perdido los independentistas, según el sondeo encargado por los diarios The Times y The Sun.

Para el presidente de YouGov, Peter Kellner, la "razón clave" del temor a la independencia reflejado en estas últimas consultas responde a la inquietud de los ciudadanos por lo que pueda pasar con sus ahorros depositados en entidades escocesas.

Los consultados que dijeron que votarán "No" citaron como ventaja de conservar la unión la posibilidad de que Escocia reciba ayuda de Londres en caso de una recesión económica, según Kellner, quien alertó, no obstante, que es difícil anticipar si esta recuperación de los unionistas se mantendrá hasta el final.

El presidente de la Confederación de la Industria Británica (CBI), Mike Rake, se mostró hoy contrario a la independencia al advertir de que podría desestabilizar la inversión en Escocia y en el resto del Reino Unido, lo que provocaría "una incertidumbre que durará fácilmente diez años".

"Inevitablemente, esta incertidumbre llevará a una desaceleración en la inversión en Reino Unido en su conjunto, así como en Escocia", dijo Rake al periódico económico Financial Times.

La advertencia del responsable de la influyente CBI se produce al día siguiente de que varios bancos escoceses informasen sobre sus eventuales planes de traslado a Londres después de que numerosos clientes solicitasen una aclaración sobre la situación de sus finanzas si gana el "Sí".

En la misma línea "alarmista", el presidente del banco HSBC, el escocés Douglas Flint, advirtió hoy que el triunfo del "Sí" podría traducirse en una fuga de capitales.

En un artículo que publicó a "título personal" en el diario británico The Daily Telegraph, Flint estima que cualquier opción que elija el gobierno escocés para su nueva moneda al día siguiente de votar a favor de su independencia, "sería compleja y llena de peligros".

El ministro principal escocés, el independentista Alex Salmond, rechazó estas maniobras y calificó de "alarmistas" los planes de las entidades bancarias, entre ellas el Royal Bank of Scotland.