Junto a la presidenta, quien busca la reelección por el Partido de los Trabajadores (PT), participará Aécio Neves, candidato por el opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y Marina Silva, flamante abanderada por el Partido Socialista Brasileño (PSB) que reemplazó a Eduardo Campos, el candidato socialista que murió en un accidente aéreo.

“Es la primera vez que todos los candidatos estarán frente a frente. Lo interesante es que por el orden de los sorteos, la primera en preguntar será Marina Silva, quien podrá a su vez escoger a Rousseff o a Neves. Y la segunda en preguntar será Rousseff, quien también podrá elegir entre los otros candidatos. Solo eso demuestra cuan intenso será el debate”, indicó Fernando Mitre, director del noticiero de TV de la Red Banteirantes, citado por el diario O Globo.

También participarán del debate televisivo Eduardo Jorge, candidato por el Partido Verde (PV); Levy Fidélix, por el Partido Renovador Trabajador Brasileño (PRTB); Luciana Genro, por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL), y Pastor Everaldo, por el Partido Social Cristiano (PSC).

“Serán cuatro bloques de confrontación directa entre ellos. También habrá espacio para que cada uno exprese lo que propone para el país”, agregó Mitre. El debate sera mediado por el periodista Ricardo Boechat y comenzará a las 22.

Con el crecimiento de la ambientalista Silva en las proyecciones electorales, las campañas comenzaron a adoptar estrategias para hacer hincapié en su falta de experiencia administrativa para comandar al país en los próximos cuatro años y, según afirma la agencia Brasil247, se espera que ese discurso sea el que predomine en el debate de esta noche.

Por otro lado, los sondeos internos que manejan hasta ahora los partidos apuntan a Silva consolidada en el segundo lugar, número que debe ser confirmado en la encuesta del Ibope que se espera sea divulgada poco antes del debate.

Neves, por su parte, también buscará resaltar la falta de experiencia de Silva, que es considerada por los socialdemócratas como "una idealista", por sus expresiones evasivas ante temas concretos. En esa línea, el sábado pasado Neves afirmó que respeta a Silva, pero que tiene "propuestas mejores".

La estrategia del PSDB es mostrar a Neves como un candidato que tiene el equipo técnico "más preparado" para conducir el gobierno, y mayores habilidades políticas para negociar con el Congreso temas de interés para el país.

La ambientalista y ex ministra de Medio Ambiente de Luiz Lula da Silva se presentará como la que llegó para quebrar la polarización entre el oficialista PT y su tradicional opositor, el PSDB, y no para "separar". De hecho, ayer dijo que le gustaría que los ex presidentes Lula da Silva y Henrique Cardoso formen parte de su gobierno.

Silva no suele dar entrevistas y recién hace una semana se largó a la campaña como candidata, por lo que verla hablar de sus propuestas será toda una novedad, mientras que Rousseff ya anunció que participará en cuatro o cinco debates durante toda la campaña.

La campaña que se alteró con la entrada en la disputa de Silva, se conmocionó aún más luego de que se conociera la denuncia de la Policía Federal (PF) sobre el origen del avión en el que se mató Campos, que podría provenir de dinero no declarado.

Al respecto, hoy Rousseff dijo que todos los candidatos deben responder por cualquier tema. "Nosotros los candidatos tenemos que dar explicación sobre todo. Candidato a cualquier cargo electivo, principalmente a Presidente de la República, está sujeto a ser consultado sobre cualquier tema y debe responder, si puede, ¿no?", dijo la presidenta en directa alusión a Silva.

Silva, por su lado, se niega a responder a quién pertenecía el avión, que al no tener dueño declarado no podría haber sido usado en una campaña electoral según la normativa legal vigente.

Poco después, un vocero del PSB dio una explicación providencial: los papeles del avión iban a bordo y se quemaron en el siniestro.

El próximo 5 de octubre, Brasil realizará elecciones presidenciales, legislativas y regionales en todo el país.