Al menos unas 58 personas murieron como consecuencia de los bombardeos de la coalición internacional liderada por los Estados Unidos contra los yihadistas en Siria, que pertenecen al Estado Islámico y a otros frentes ultra islámicos.

Ya se confirmó que de estas víctimas mortales, cincuenta son yihadistas, pero del Frente Nusra, que fallecieron en un ataque contra sus refugios en la periferia de la ciudad de Alepo.

El resto de los fallecidos  son civiles, entre ellos una mujer y dos menores, que perdieron la vida por un bombardeo de la coalición internacional contra la zona de Kafr Darian, en la frontera entre las provincias sirias de Alepo e Idleb.

EE.UU. anunció anoche que comenzaba la ofensiva internacional contra el grupo Estado Islámico (EI) en el territorio sirio, sin nombrar al Frente Nusra.

Los aviones internacionales también alcanzaron bases del Estados Islámico en las provincias de Al Raqqa, Deir al Zur, Al Hasaka y Alepo.

El portavoz del Departamento de Defensa estadounidense, contralmirante John Kirby, anunció anoche que su país y “naciones aliadas” habían iniciado la ofensiva de ataques aéreos contra el EI, con una combinación de cazas, bombarderos, drones y misiles Tomahawk.

Fuentes oficiales citadas por The Washington Post y The New York Times precisaron que en la operación están involucrados cinco estados árabes: Barhein, Jordania, Qatar, Arabia Saudita y los Emiratos Árabes Unidos.

Según EE.UU., los blancos del ataque fueron posiciones del ISIS en el norte sirio y cerca de la frontera con Irak, sus complejos de entrenamiento, centros de mando y vehículos armados.