La caída de la popularidad del mandatario coincide con el aumento de críticas desde distintos sectores políticos y sociales a la puesta en marcha de la reforma de salud, reivindicada por la Casa Blanca como uno de los grandes logros de su gestión, y a su incapacidad para aprobar una reforma migratoria en el Congreso.

Según el sondeo, en sólo un mes la popularidad de Obama cayó seis puntos, mientras que el nivel de desaprobación de su gestión escaló hasta un 55%, el peor de su presidencia, según la agencia de noticias EFE.

El estudio también destaca que el 44% de los encuestados dijo ser muy crítico de la gestión del presidente estadounidense, lo que constituye también el peor registro desde que Obama comenzó su primer mandato, en 2009.

Además, el 57% de los encuestados no aprueba las políticas económicas de Obama, el 70% considera que el país va en la dirección incorrecta, el 53% opina que no es un líder fuerte y un 51% sostiene que el mandatario no entiende los problemas de la gente.

La encuesta, que tiene un margen de error de +/- 3,5 puntos, fue realizada entre el 14 y 17 de noviembre, en inglés y español, a una muestra de más de 1.000 personas en Estados Unidos.

El estudio se concentra en el debate en torno a la reforma de salud y la manera en que entró en vigor en octubre pasado.
La parte de la reforma que comenzó a regir creó un mercado de seguros médicos para que millones de estadounidenses comparen y elijan la mejor opción, con la esperanza que la competencia entre las aseguradoras las obligue a bajar sus precios.

Sin embargo, hasta ahora el nuevo sistema no dejó contento a más del 63% de los encuestados y hasta aumentó el número de opositores a la ley en general a un 53%, principalmente por las constantes fallas técnicas que dominaron la página web HealthCare.gov, la plataforma clave para contratar los seguros médicos.

Estas fallas, sumadas a las críticas y lobby de la oposición conservadora, hicieron que el nuevo sistema apenas alcanza un 20% de la meta establecida para el primer mes de funcionamiento.

Además, el 65% de los encuestados se opone al llamado "mandato individual", la figura fundamental de la reforma que obligará más adelante, bajo amenaza de multa, a todos los estadounidenses que se lo puedan permitir, a contratar un seguro médico en el mercado privado, con el objetivo de ampliar coberturas y bajar precios.