"Solicito respetuosamente a los países que puedan hacerlo, de manera consistente con sus políticas nacionales y su legalidad interna y considerar favorablemente esta situación para recibir a personas actualmente recluidas en Guantánamo, con el fin de permitirles retomar sus vidas después de su prolongada detención",  declaró Insulza en un comunicado.

Explicó que "más de la mitad de los prisioneros que aún quedan en Guantánamo están en condiciones de ser liberados, pero no lo han sido por falta de un país que los acoja".

"Se trata de personas que no han sido juzgadas, ni lo serán, por crimen alguno y las exhaustivas evaluaciones a que han sido sometidas por parte de las autoridades de EE.UU. han determinado que no presentan riesgos graves para la seguridad de este país, ni de aquel que los acoja", ahondó.

El secretario general de OEA consideró que "una respuesta favorable para recibir a un número reducido de ellos, que no presenten riesgo para su seguridad, contribuiría a reducir sustantivamente este grave caso humanitario en territorio de las Américas".

Insulza recordó que la OEA, a través de la Comisión Interamericana  de Derechos Humanos (CIDH), exigió en repetidas ocasiones a EEUU que cierre el campo de detención de Guantánamo.

Desde 2009, 18 países acogieron a un total de 48 detenidos, reduciendo la lista de presos a 149. De ellos, 79 se encuentran en condiciones de ser liberados, si algún país los recibe.

Entre los  que han acogido presos de Guantánamo se encuentran España (5), El Salvador (2), Portugal (2) y Canadá (1),  según datos publicados por el influyente diario The New York Times.

Uruguay se mostró dispuesto a recibir a seis presos considerados de bajo perfil y riesgo para EEUU, pero todavía no se confirmó la fecha de su traslado.

Desde 2002, la prisión de Guantánamo alojó un total de 779 presos acusados de terrorismo, la mayoría de ellos detenidos en Afganistán durante la invasión de Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, y muchos de ellos nunca fueron juzgados.