Hace 45 años se tomó la foto más distintiva de nuestro planeta en un retrato conocido como la salida de la Tierra, capturada en 1968 . Décadas más tarde, las cámaras se volvieron tan cotidianas de la mano de los teléfonos móviles al punto de darle nombre a una distintiva pose: las autofotos o selfies, como se conoce al fenómeno en inglés. Y los astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) no se resistieron ante esta tendencia durante una caminata espacial.

Así fue como el astronauta de la NASA Mike Hopkins aprovechó la ocasión para tomarse un retrato con la Tierra de fondo, en una de las autofotos más espectaculares del año. No fue el primero, ya que su colega en la ISS, el japonés Aki Hoshide , realizó la misma pose, con el espacio de fondo y el reflejo de nuestro planeta en el visor del casco.

Tal vez por el uso extendido de esta pose durante el último año, la autofoto siempre fue un recurso utilizado por varios astronautas, que han logrado realizar sus retratos en misiones anteriores.

Sin embargo, quien logró sacarse la selfie más remota fue el explorador (robótico, por cierto) Curiosity , que desde Marte utilizó una de sus cámaras para una autofoto.