El gobierno mexicano anunció hoy un recorte del gasto público para este año de 0,7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a 8.572 millones de dólares.

El objetivo es tener "menor necesidad de financiamiento en mercados internacionales en un entorno en que, con la caída del precio del petróleo y las altas tasas de interés, todo indica que será más difícil de obtener, y prepararnos para lo que tendrá que ser un ajuste en 2016", explicó el ministro de Hacienda, Luis Videgaray en conferencia de prensa.

El funcionario precisó que la medida es "preventiva" y tendrá un "impacto marginal" en la economía, porque se trata de "una reducción en gasto corriente" que busca "fortalecer la confianza en los mercados" y contribuir "a escenarios de bajas tasas de interés".

El recorte involucra el ajuste presupuestario de la petrolera Pemex por 4.276 millones de dólares y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por 689,7 millones de dólares.

Las dependencias del gobierno federal recortarán en total 3.586 millones de dólares, de los cuales el 65 por ciento será en gasto corriente y el resto en inversión.

El ajuste afecta a dos importantes proyectos del gobierno de Enrique Peña Nieto, el tren México-Querétaro, suspendido de manera indefinida, y el tren transpeninsular de Yucatán a Quintana Roo, que fue cancelado.

El nuevo aeropuerto de la capital, considerada la mayor obra de infraestructura de la actual administración, se salvó de los recortes, al igual que el plan de combate a la pobreza, subsidios a la vivienda, recursos para universidades y empleo temporal, entre otros.

El ministro sostuvo que no se harán ajustes en la estimación de crecimiento del PIB para 2015, que se mantiene en el 3,7 por ciento, y reiteró el compromiso de no aumentar los impuestos ni crear nuevos.